LA REFUNDACIÓN DE EUROPA

Bruselas queda muy lejos de la mente de los españoles y ni siquiera sabemos en qué país está porque nuestro toque de la personalidad es más de un navarro fuerte que de un francés.

A toda la mitología griega la tenemos atrapada en el Museo del Prado y también a todos los paisajes más bíblicos de adviento que protestantes de las revoluciones alemanas y a los desnudos de Adán y Eva porque en definitiva los madrileños tenemos todos los sueños de la psique en los cauces vivos que van desde la Puerta del Sol al Esquineo del Bernabéu de los agónicos futbolistas de la Cibeles.

Con la teología de la patafísica o ciencia de las soluciones imaginarias del absurdo actual mundo del francés Alfred Jarry vendría bien para el Todo Ubú Papandréu que se presentara a la tragicomedia del Mundo Financiero, de la Democracia y de la Metafísica del Vaticano para los ciudadanos troll de la Troya en llamas.

En esta situación límite europea nos viene bien recordar al psicopatólogo Karl Jaspers para intentar comprender que a los griegos no les trascienden las cifras de los euros sino lo que abarcaría el alma y Dios, lo que hubiera dado una mejor psicología cohesionada de la cosmovisión de los ciudadanos de Europa, porque nuestros griegos son ireductibles aunque estén enfermos y mejor les vendría si tuvieran las catedrales góticas castellanas que el arraigo de los hospitales germanos.

En este espectáculo de acción del happening del capital no nos dejan movernos del asiento ni participar en el escenario a los estados miembros periféricos con el lazo al cuello de la deuda que necesita seguir financiándose y endeudarse progresivamente mientras se rueda la escena y si se deja la solución final al azar y la improvisación le van a cortar dos dedos de victoria europea a la mano invisible de Adam Smith pero primero será el índice alemán de Merkel y luego los pensativos de Rodin del francés Sarkozy.

Cuando Merkel se esté dando por la noche manteca de karité y pensando en el espejo en el frankestein de Mary Shelley que se está incubando por no abrir la mano aparecerá por la ventana el Boris Karloff de la quiebra europea para llevarse a la niña española de Rajoy y que la canciller mece en la cuna.

Bajó un poco y se encontró con el agua caliente de Karlovy Vary que servía para bañarse pero Metternich se la hizo beber a los representantes de los estados alemanes para adoptar medidas contra los levantamientos liberales y así en esta reunión europea les va a salir el agua por las narices junto con el chucrut, las patatas cocidas y el jamón de cerdo.

Quién manda en Europa y quién debe obedecerles y el uso de la fuerza de los de Jutlandia, y si debemos abandonar sus líneas a resultas de las pérdidas y de los castigantes alemanes cuya fuerza está en su carácter ario extensivo y supremo y en sus normativas a los hispanos de Eurico, Alarico y Recesvinto pero nuestra juventud solo se atiene a la voluntad y la razón del Evangelio y no al álgebra numérica.

Uwe en Conjeturas sobre Jacob criticó a la Alemania del realismo socialista y en Temas berlineses barruntaba la imposibilidad de entendimiento entre la Bundes y la DDR pero poco sabía de que la ciudad brasileña Joinville es una floreciente población de industrias metálicas, textiles y alimentarias porque se originó de un poblado de inmigrantes alemanes.

Jenófanes fue el maestro de Parménides y afirmó la existencia de un dios único, impersonal, inmóvil y perfecto como la esfera y criticó como Nietzsche al pueblo griego que se hacía sus dioses a su imagen y semejanza porque estas verdades semejantes distan de la experiencia verdadera de Dios como las experiencias del euro y de Europa que nos van a quedar a los españoles como recuerdo del fundamento superinflacionado y de lo supravalorado porque en ningún otro mundo se está mejor.