LA REFUNDACIÓN DE EUROPA II

Pero qué toro español se va a dejar besar por Europa y de un brinco se la va a llevar nadando a la isla de Creta y si no quiere ésta ahogarse bien la vale agarrarse fuertemente a él.

Tenemos el estilo jónico de los griegos de Asia Menor en los templos de Atenea Nike y el Erecteion en la Acrópolis que tienen unas columnas con estrías que dan la impresión de esbeltez y el capitel está formado por dos espirales del mismo tamaño llamadas volutas, y a esto nosotros los españoles lo llamamos el ojo del toro porque no se sabe si te mira con uno o con el otro, si con la filigrana de Papandréu o con la de Berlusconi, y si la economía no está con el capital difícilmente se sostendrá la metrópoli europea y el toro se llevará a Europa.

Las pesadillas de angustia y aislamiento de un rico suizo están en la pintura de Paul Klee tendente a la simplificación y a la búsqueda poética de armonías de colores dentro de la frustrada abstracción de los germanos pero ya no es la normalidad de los demonios interiores ni siquiera el hacer visible lo anormal que es la gente sino el cómo los sueños vaporosos van construyendo la realidad de nuestra Europa.

El matemático alemán Felix Klein investigó las funciones automorfas e isomorfas consigo mismo generalizando las funciones circulares y las hiperbólicas y las elípticas y las demás, estableciendo conexiones entre la teoría de grupos y la geometría pero a la variante del programa Merkel no le entra en la cabeza la topografía gepgráfica de las distintas zonas y la botella de tubo de goma Europa que no tiene interior ni exterior con dos bandas de Möbius no por mucho retorcerla y cortarla y pegarla en los extremos servirá para nada como representación imaginaria.

La economía política vaya que si va a hacer historia pero es de agradecer que Sarkozy siga a Rousseau y que Merkel no siga el Sturm und Drang de la amazona Pentesilea y que nos recreemos todos los bondadosos europeos estas navidades con la mejor comedia alemana El jarro roto de Heinrich von Kleist para que no haya apartados de Europa ni una unificación wagneriana.

El microbiólogo Robert Koch se pasea este invierno por el Instituto de Infecciosos de Berlín para auscultar a todos aquellos que les han vacilado a los alemanes mientras llevaban la vida del Onassis y del Martini en el Mediterráneo y apagado el difícil volcán de Groenlandia de su laboratorio han salido todos los monstruos de la isla Moreau.

Tanto Achúcarro como Gayarre y Kretschmer tenían un ojo clínico en sus Patronatos de Normales Umbilicales para según la constitución del individuo adivinar su carácter, como si el ser no pudiera dar más de sí que su físico, así Londres debería reenviar al inspector Gadget a Bruselas para distinguir si entre los tipos físicos, asténicos, atléticos y pícnicos, ciclotímicos y esquizotímicos allí reunidos y que nos dirigen hay algún Papandréu, Berlusconi y Zapatero cuya máscara no sea la compostelana de ir de buena fe.

Han sido los anticatólicos y nihilistas y calvinistas y comunistas alemanes del SPD y los Verdes quienes han desplazado a Helmut Kohl y pronto desplazarán la alianza proatlantista y dejarán de colaborar con el presidente francés Sarkozy para entonces todos tendrán anticuerpos nucleares de la Bundes y a los que no les comprendan repentinamente su organización gestáltica los reducirán a simios.

Esa rigidez de las sonrisas arcaicas de los dos líderes europeos que tienen como los kuros griegos de carácter funerario que se erigían en memoria de los atletas vencedores, no es la mala cara que tenemos los padres de esta Constitución que hemos pecado mucho, ni de la avejentada dama Clinton frente al KGB de Putin, pero tenemos que reconocer que en los fotogramas de los años 60 la gente estaba más hecha y sin trucos de revelado porque el espíritu quedaba plasmado.

El semáforo más fashion está en la Castellana a la altura del Bernabéu, el que da a la Torre Europa con el reloj en forma de ataúd negro, como Colón mira madrileño el rumbo que llevas y haz dentro de las islas que descubres cómo mostrar sueños de la Hispanidad Universal.