EL ESTADO DE ISRAEL II

En Nueva York hay una secta que espera la Tercera Guerra Mundial y que cree que Satanás copuló con Eva, también hubo evangélicos alemanes que se opusieron a los cristianos unidos a los nazis, y se dio el consentimiento de unos sacerdotes de la securitate de Ceaucescu a espiar a sus fieles, y en la Iglesia del Palmar de Troya para más inri se canonizó a Francisco Franco y China ordena sus obispos, pero se necesitan iglesias para reunirse para legalizar estos asuntos o de un Papa que canonice a Isabel la Católica pero me pregunto si hay alguien más fidedigno que pueda legitimar la verdad de la historia sino la Santa Sede.

Por qué Juan el Bautista bautizó a Jesús en las orillas del río Jordán y por qué la primera guerra árabe-israelíe fue aquí, y por qué el empecinamiento conque el Estado Judío no esté dentro de Palestina, y por qué la guerra de los Seis Días y la de Yom Kipur, y la de al Fatah del ejército de palestinos de Yasir Arafat, y los islámicos de Irán, y la Conferencia de Madrid de 1991 y los siguientes asesinatos selectivos de los líderes del grupo Hamas, y el islamismo llegará a Jordania con la revolución de los palestinos altamente cualificados y será como un Dragón.

El historiador Flavio Josefo en el año 64 fue a Roma para defender a los judíos deportados y al ser apresado por los romanos por organizar una revuelta a su vuelta a Judea resulta que ante Vespasiano le predijo que iba a ser emperador lo que fue verdad y en ese día que se cumplió le libertó y en agradecimiento añadió su nombre al de su familia y escribió aquel sobre los mismos orígenes de la Guerra de los Judíos.

Del límite del reino de Jeroboam al límite del reino de Roboam queremos ver a Israel y que Hamás forme parte del desfile de la toma de posesión de los israelitas y que Turquía e Irán manden sus palmeras para adornar la avenida de entrada a Jerusalém pero hace falta un buen cabreo macabeo para lanzar también La Roca de Mahoma al cielo después de que los árabes echaran a Bizancio y los europeos nos aviniéramos a las cruzadas.