Era tan estúpida
Cuando las servía
Que no os lo podría
Expresar con mi corazón.
Y mientras las servía
Y las amaba bien,
Amor por suerte me hizo
Oír hablar de él.
Y a pesar de que, simple como era,
No podía comprenderlo,
Me embargó la voluntad de amar a Amor.
Ya no me vale pensar,
Ni obra, ni elocuencia,
Tan alto me arrastra Amor
(Ya no me vale pensar)
Con sus divinas miradas,
Que no tengo ya intento alguno.
Ya no me vale pensar,
Ni obra, ni elocuencia.
Amor me ha hecho, por su nobleza,
Trovar los versos de esta canción.
Es ésta la Deidad pura
De la que no sabe hablar Razón,
Y de un amigo
Que yo tengo sin madre,
Y que ha salido de Dios Padre,
Y también de Dios Hijo,
Su nombre es Espíritu Santo,
De quien tengo en el corazón tal unión
Que me atrae alegría.
Es éste el país de los pastos
Que el amigo da al amarle.
Nada quiero pedirle,
Pues sería gran maldad,
Sino que he de fiarme por entero
En amar a tal amante.
Amigo de gentil naturaleza,
Sois digno de gran alabanza,
Generoso y cortés sin medida,
Suma de toda bondad,
No queréis hacer ya nada,
Amigo, sin mi voluntad.
Y tampoco debo callar
Vuestra belleza y bondad,
Para mí sois poderoso y sabio,
Eso no puedo esconderlo.
¡Ay, ay! ¿A quién se lo diré?
Serafín no sabe hablar.
Amigo, me has hecho presa de tu amor
Para darme tu gran tesoro,
Y ése es el don de ti mismo
Que eres divina bondad.
Corazón no puede expresar estas cosas,
Pero el puro nada querer las purifica,
Y me ha hecho así ascender tan alto
En una unión y concordia
Que jamás debo revelar.
Estuve encerrada en la servidumbre de la prisión,
Cuando Deseo me capturó en el querer del apego,
Ahí me encontró la luz del ardor del amor divino,
Que dio pronta muerte a mi deseo, mi querer y mi apego,
Que me impedían la plena empresa del divino amor.
Ahora divina luz me ha librado de la prisión,
Y me ha unido por gentileza al divino querer de Amor,
Ahí donde la Trinidad me da el deleite de su amor.
Este don no lo conoce hombre alguno,
Mientras sirva a cualquiera de las virtudes
Ni al sentir de naturaleza con el uso de razón.
Amigo, ¿qué dirán las beguinas y las gentes de religión,
Cuando oigan la excelencia de vuestra divina canción?
Las beguinas dicen yerro y que yerro dicen los curas, clérigos, predicadores,
Agustinos, carmelitas y los frailes menores,
Por lo que escribo del ser del Amor inmaculado.
No salvo a su Razón que les hace decir esto,
Deseo, Querer y Temor les restan ciertamente el conocimiento,
Y la afluencia y la unión de la elevada luz
De ardor de divino amor.
Verdad denuncia a mi corazón
Que de uno sólo soy amada,
Y dice que sin remisión
Él me ha dado su amor.
Ese don mata mi pensamiento
Con el deleite de su amor,
Deleite que me ensalza y me transforma por unión
En el eterno gozo de ser de divino Amor.
Y divino Amor me dice que ha penetrado en mis entrañas,
Por ello puede cuanto quiere,
Esa fuerza me ha dado
Del amigo que tengo en amor,
A quien me hallo consagrada.
Él quiere que le ame
Y por eso le amaré;
He dicho que le amaré,
Miento, no soy yo,
Es él solo el que me ama a mí:
Él es y yo no soy;
Y nada más me falta
Que lo que él quiere
Y lo que él vale.
Él es pleno
Y de eso me hallo plena,
Ése es el nudo divino,
Ése es amor leal.
El espejo de las almas simples
Margarita Porete
Fue quemada por la Inquisición el 1 de junio de 1310 en fecha cercana a Juana de Arco?
August 02, 2014
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