Poetisa estadounidense, una de las autoras líricas más importantes del siglo XIX, aunque rescatada por la crítica muchos años después de su muerte.
Hija de un abogado, estudió en la Academia de Amherst y en el Seminario Femenino de Mount Holyoke, en Massachusetts.
Se formó en un rígido ambiente calvinista, contra el que acabó rebelándose.
A los 24 años sufrió una gran decepción sentimental.
Pronto sintió rechazo por el mundo social y, a partir de los 30 años, se recluyó en su casa paterna, por lo general se vistió absolutamente de blanco y recibió solo algunas selectas visitas.
Dedicó su tiempo a las tareas caseras y a la literatura.
Mantuvo una interesante correspondencia con el reverendo Charles Wadsworth y con el escritor Samuel Bowles, además de con el juez Otis Philips Lord, de quien estuvo enamorada platónicamente.
Su tarea como poeta fue realizada en la mayor intimidad, sin apenas exteriorización de la misma.
En vida solo dio a conocer siete de sus casi mil poemas.
La primera edición de su poesía fue llevada a cabo, en n1890 y 1891, por sus amigas Hihhinson y Mabel L. Toddo.
A partir de entonces, aunque se realizaron varias ediciones, la obra no conoció el éxito hasta el final del primer tercio del siglo XX.
Los temas de sus poemas son el amor -soñado más que compartido-, la naturaleza, la religión vivida de manera controvertida y el carácter inexcusable de la muerte.
En cuanto a la forma, se permitió libertades con los metros y prescindió de las rimas, alteró la gramática y usó metáforas nada habituales, para desconcierto de sus editores y de los lectores decimonónicos.
Tal vez por eso, y por la indudable calidad de una obra escrita no para ser editada sin por mera y poderosa fidelidad a la expresión poética, a partir de la década de 1920-1930 fue reivindicada como una de las mayores poetisas del siglo XIX, opinión que desde entonces no ha hecho sino confirmarse.
August 02, 2014
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