Constantemente elijo el lugar donde quiero vivir (Alcobendas, no muy lejos de mi trabajo en el Bernabéu) y el colegio donde quiero que vayan mis hijos (La Moraleja, me queda la duda de si el contacto con las clases adineradas es perjudicial para mi hijo Javier, no hay un término medio de clase ni entre un colegio religioso y uno laico como Los Sauces).
Si un niño va a misa y la aguanta durante casi una hora luego se mantiene quieto en clase.
Me queda la duda de si los jóvenes se reúnen para ir por la calle, y no solo a charlar sino también a filosofar (si las maquinistas táctiles se lo permiten) y si han superado las relaciones con el otro sexo. Probado el sexo ya es una carrera que no se detiene así que les conviene alargar la castidad hasta que dejen de ser adolescentes y maduren en al menos unos cuantos valores.
Lo peor que se le puede enseñar a un hijo es la necesidad imperiosa de consumir a todas horas. Estará perdido.
Los libros los envía Dios en el momento adecuado. Dios es escudo de los accidentes de los jóvenes y es conocimiento que nos va dando con la llegada del incremento del Espíritu Santo. Aunque tengan oídos y ojos, los niños y jóvenes ni oyen ni ven lo que les dices. ¡Tanto tarda en madurar la especie humana!¡Hasta los 40-50 años y a veces es terrible porque en esa edad una enfermedad puede decirte que te mueres inmediatamente! Ya no te digo si no conservas el matrimonio y el trabajo. Esta crisis española como fin del mundo ha pillado a muchos de los que se apuntaron a la marcha de la transición política de la democracia hasta la perdida del Estado de Bienestar.
Yo ya no es que no tolere las cosas indeseables que veo en Madrid. ¡Es que como el papa Francisco tengo la banalidad de pasar de todas! Da igual condenarse que salvarse, si ya lo sabes a lo que te atienes, allá tú. La fe es una píldora que te puedes tomar cuando te apetezca. Lo importante es estar enterado de que es un método seguro para no perderse en este mundo. Si su excipiente no daña nuestra sensibilidad de hombre Adán y sus efectos potencian la condición de mensajero Moisés. El medicamento de Dios no ha prescrito.
Los mamelucos los tengo alrededor mío/ todos los días es 2 de mayo/ son demasiados para descabalgar/ me siento en este laberinto de Minos como Sísifo/ que acude a la catedral de la Almudena/ a renovar los votos de esta misión.
Si tu hijo adoptivo se independiza, y abandona a la madre y a tu suegra vecina, y se va a vivir con la abuela paterna y con el padre, y se deja el pelo de skinhead y sale con las juventudes comunistas de la universidad, y regresa con la novia por sexo, y viene un día a casa a cenar y porque tiene insomnio y ha engordado quince quilos se queda a dormir, por la noche oirás las pisadas del demonio.
Yo no te puedo decir más que lo que veo y a veces oigo cuando me muevo. Toda la ciudad llena de tiendas para consumir. Cada vez me cuesta más tratar con los ciudadanos.
Las ideas nos hacen pasarlo mal. Y un estado de caballerosidad y cortesía es lo más noble que hay. El mundo no puede asombrarnos en nada.
A veces voy como con un esperoscopio (neologismo que quiere decir "expectativas del periscopio") por la calle. Otros salen de bendito paseo a pasear y pensar con un perro.
Toda la quietud se perdió cuando los coches consideraron saltarse y no respetar los pasos de cebra y cuando las mujeres y los varones se hicieron viejos y perdieron el principio de la humildad. Y cuando el tiempo se hizo corto y la jornada se acortó y todos iban con prisas a no sé dónde ni con qué persecución de gritos y demonios.
Y si nos quedamos sordos ya no podemos escuchar al sabio viento. Pero yo hoy paseo y no veo en la ciudad ningún árbol digno de mención porque no hay ninguno que sea libre y libre en la ciudad supone sujeto a pago y acarreamiento y posible impertinencia.
September 19, 2013
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