Al meter la nariz/ entre las piernas de ella,/ se me alargó,/ y se me quedó así.
La crisis ha servido para que la gente vea los valores dónde están pero yo me pregunto si no habrá alguna mujer que no quiera ver el fútbol y se quiera pasar la siesta conmigo.
Los vasos sagrados del semen debieran cuidarse y no repartirse sin reparo entre el sexo ajeno porque así no reparamos las afrentas de la pasada generación.
La tendencia a tener sentimientos socialmente condicionados de debilidad asociada al feminismo no resulta una desventaja, si de ello se saca provecho pero el problema surge cuando a mitad del rumbo se cambia la trayectoria, y se lucha por mantener lo que se tiene y no quedarse sin nada lo que sería ser tirada por la tabla a los tiburones.
No es que me fuera este verano/ como Kirk Douglas de piscina en piscina,/ o eres guapo/ o tienes mucho dinero/ lo descubrí en los que se metían en la piscina de tu urbanización de Sanse,/ con ascensor y garaje,/ pero en mi casco antiguo los feos se buscaban a las feas para sobrevivir/ y en mi Alcobendas estaba el paso previo de que fuera buena persona,/ se busca feo pero bueno,/ y no rico de la Moraleja pero de pelo malo ni de medio pelo de las Tablas/ y las guapas qué más da que sean buenas y malas,/ que tengan y no tengan dinero,/ el ser guapo es un todo/ y si reparte dinero es un dios,/ y cuando los feos se hicieron cabrones salimos todos corriendo,/ y cuando le sucedió a los guapos murimos con el cuerno.
Las mujeres no dan más que carne y problemas/ y cuando el tio dijo eso,/ ella dijo que quería ver la cara de cabrón que tenía el tipo/ y que no me lleva de vacaciones.
Pido ayuda al cielo para no equivocarme pero yo creo que el sexo de una mujer es lo más masculino que hay cuando se pone en alto y nos empala con una negativa de portazgo en el morro del varón y eso es lo que temen los árabes que todas se vuelvan godas en el goce de la reclinada balconada.
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