El pecado es la inclinación o propensión al mal y cuando se ha hecho hay que borrarlo y de segundas esta mala manía a hacerlo y es valiente hablar de esto en el medio social y heroico combatirlo con dardos de compostura y dignidad cuando te mezclas con todos, y no hacerse el fulano que lo deja pasar como si la locura del mundo moderno estuviera justificada para andar libre por la calle, pero qué mal me pueden hacer por oponerme a ellos sino ponerme una cruz que he de llevar muy digna por manifestar la verdad de nuestros errados pasos, pero déjalos están perdidos y que se vayan al culo del mundo, y hay que ver lo que he visto estas fiestas entre las casetas de los feriantes de san Isidro y deambulando por el parque de Andalucía de Alcobendas, no parecen personas sino animales muy peligrosos, y que no me digan que este es el resultado de la crisis, sino una falta del seguro moral de la familia a la que han atacado desde lo laboral, los bancos y la política pero no así desde mi calle de vecinos que está en la cuesta del barrio antiguo que por tener poco no han venido a por ello y por tener mucho a Dios en casa y fortaleza de no parar contra los tumbadores y tunantes seguimos defendiéndonos como en un castro celtíbero.
Por qué tenemos que aguantar a estos jóvenes terremoto que no se enmendan y que todo su demonio les lleva a hacer desafíos y entuertos de mil malas maneras y quieran cambiar y no hacer tanto desaire y molestia a la gente de paz que se goza en el buen camino con Dios, pues límpiense y purifíquense y no se consideren basura que solo busca el más estercolero junto a esa estatua célebre, sino consigan las cosas por medio de la mortificación y el buen corazón con el esfuerzo de la virtud que en pequeño lugar y con pocas cosas pueden encontrar la felicidad, y si no sería la justa rebelión contra este injusto Estado de cosas, pero yo ya voy contra los lujos y lo superfluo y lo chabacano que como idolecillos de demonios nos saturan, e invito a tener niños en casa y en familia, que salgan educados en valores y no se tuerzan y los pierdan de tanta juerga, y luego ni en lloros ni en manifestación consigan la primogenitura que el que fue vago y no hizo no tiene derechos iguales, y no se me peguen como una mofeta a mi lado en el FNAC de Callao.
Dios es bondadoso y misericordioso y cuando quiere les da lenguas y ciencias infusas a los jóvenes después de pasar por los principios de Cristo, pero el que es demonio quiere gozar de ellas sin pasar por la puerta que le han puesto y directamente como hijo inconsciente y alocado se va a la del Sol, y frívolamente toma el carro de la política y lo estrella en una noche de infarto contra los escaparates del público pasivo de los madrileños.
La Virgen de Fátima no se hace a los de vida regalada y odorizada sino a los que se restriegan en las miserias de las pruebas de su hijo Jesús así que no se extrañen si alguno se la lleva hoy a su casa téngala presente en un sitial cercano a la despensa y procure no hacer vidrios de las puertas de sus casas.
Parece que no hay pecado, y que hay que ser tolerante con los pecados, y con los pecadores, como si el perdón les llegara sin el arrepentimiento, pues para que veas que no es así, tú no toleras que yo te diga que no es así, y que sigues en tus trece contaminando las aceras de Madrid, y el primero es que te alejas de Dios y del modelo de Jesús.
Al alma hay que tenerla a mano, no se la puede tener bajo un cojín del sofá, ni a remojo en un barreño de la cocina, sino que debe estar ascendiendo siempre al monte Tabor y en primer lugar con los que conocemos y queremos bien por si acaso nos da por caer y defraudarles, ellos puedan rescatarnos porque la fe se mantuvo en particiones de todos cuando era la sociedad de Alaska y de los fantasmitas.
Pero yo no rezo,/ porque no pido,/ pero Él se da cuenta de lo que percibo/ y de lo que quiero/ que es queremos,/ y por eso le canto,/ porque estoy contento/ que esté presente en este enjambre de metomentodos.
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