Europa está en los libros, preferentemente en la época de Carlos V, no necesitamos de un Tratado, volvamos al español que siempre salió de nuestra tierra para comprender la realidad y la verdad.
Similar a un zapateado los campesinos llamados jíbaros de las Antillas bailan las bombas del seis que es un compás del 2/4, con tres y cuatro parejas sucesivamente así la monótona melodía financiera europea va dando vueltas al derecho y al revés, acercándose y separándose como invitando a la polca del volkswagen alemán a que se dé una vuelta de campana.
Demóstenes defendió Atenas así los españoles tenemos que salir del euro y de Europa en ese nivel ruidoso de relaciones monetarias con Alemania y por mucho que Merkel nos suplique que no lo hagamos porque en el fondo no nos quieren y nos dan en las narices con su orquesta de monos musicales de Joachim Kändler y el ligue medierráneo ya no responde canciller.
Europa es donde en el invierno barren a todos los mendigos, los europeos no estamos alienados, pero el modelo del ciudadano europeo tampoco será corregido ni rectificado y nuestra alteridad con el modelo de la sociedad china y la fanática islámica nos hará ser más Europa, y si no perdemos de vista las costumbres cristianas todo irá bien y tú en qué planeta crees que hay vida además de en la Tierra.
Europa y concretamente España han hecho un acto de lucidez y de moral verdadera ante el bloqueo a las pretensiones de Irán de negar el Holocausto y querer provocar otro en Israel, en un momento de la historia en que la Realidad Integral del poder de la globalización era el petróleo.
Se puede vivir encadenado en la carne incluso en la de un muerto y revivir en el espíritu y por tanto resucitar en una idea espiritual que pueda alcanzar a la idea de la inteligencia y hacerse una fuerza extra corporal, así pita Europa más que la hora de la unidad y del capital y de las regiones del Espíritu de Cristo.
Del Estado-nación hemos pasado al Estado-capital y por tanto al final del Estado-europeo que quiere que tengan con él políticas de solidaridad cuando no cumple con sus deberes comunitarios que eran un requisito para entrar en Europa.
La cultura minoica de la isla de Creta era muy creativa y su cultura y civilización eran tan virtuosas como Heracles y su mujer y quizás solo las regiones donde se bañaron sus pies puedan denominarse verdaderamente occidentales por muchas corrientes migratorias que hayan existido detrás de su peplo.
Vamos a tener que consultar la enciclopedia astronómica y matemática Almagesto para que nuestro Ptolomeo acierte a vislumbrarnos la resolución de la viabilidad de las monedas según los globos celestes que presionan sobre los territorios del discurrir de estas grecas prepotentes y presuntuosas.
Un consejo de siete alerones es mejor que un presidente tumbado en la pista de despegue del aeropuerto de Frankfurt y que un barquito velero hispano a dos euros en medio de un lago desierto de capitales suizos.
Imagínate que fueran los astrónomos los que predijeran el final de la crisis en menudo lío nos habríamos metido como si la atmósfera de los seres vivientes no contara y en las casas del valle del Aisne no hubiera pasado nada y las dobles estrellas fuesen a aclarar el tema.
¡Ara España, la tierra que no tiene igual en Europa entera! Como una raspadora Adze en el Cielo las ideas de Jesús producen milagros más que el aedeagus carnal de los hombres, y esperemos que a la Moncloa haya llegado ya un arca de la alianza con un arpa del viento, y que se toque la flauta de la aminoración de la crisis por casualidad.
El calor y la substancia de alarma y el espíritu del crimen de Alastor corren como hormiguillos por nuestra piel de verano en un momento de la caída del precipicio y la pérdida de los papeles de roles de la nación y luego los hombres de los pijamas de lujo querrán que no hablemos tanto ni tan alto en Europa.
El Oráculo de Chapines dice que cuando las aguas del lago Sanabria alcancen a la altura del Atlántico los castellano-leoneses seremos tomados por las corrientes del termómetro de la cúpula de Flandes y esto acontecerá cuando en Asturias no tengamos ningún príncipe.
(PREDICCIONES 2012)
En el paseo de los tilos de Recoletos y la subida al Retiro vi a la acalorada de Europa y solo una agua fresca de los jardines recambolescos de Versalles podrían con una inyección de bolas de dinero dar el premio por la americanización de la tierra europea mientras en el Mediterráneo nos quedamos a la solana.
Italiano que no quiere fealdad, francés que no quiere estupidez, alemán que tiene miedo de ser malo... y español que no consiente que alguien pueda morirse de hambre pudiendo hacer una espléndida faena de torero.
Los de Numancia no eran españoles porque éstos en la última hora de la muerte se la hubieran pasado bailando.
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