QUÉ NOS HIZO PERDER EL DONAIRE Y LA CARNE DE HIJOS DE DIOS III

Esas dos irlandesas llevaban dos planchas en los zapatos, si no pudimos luchar por mejorar las condiciones de los indios cómo vamos a mejorar las condiciones del trabajo después de tanta reforma laboral, tú no crees que sus habitantes sean tan feos como las figuras del Jardín Haniwa y la estatuas afición moai machos del fútbol, ahora tenemos los móviles pero antes teníamos esas esferas motorizadas que se movían arriba y abajo-en giros de curvas-y a diferentes velocidades, los hay que mal cierran una puerta del taxi blanco en Madrid, el ejecutivo aceituno lleva un audi, yo soy un joven de Shackleton y de Supertramp-ten-tiempo, quien come naranjas en el metro es un Mocatta and Goldsmid que perfuma el vagón con sus millones de pepitas pringosas, el negro que llegaba a los Estados Unidos tomaba café moka, los italianos hicieron un museo de su país que ni el Museum of Modern Art, el modernismo es la libertad de conciencia refrenando el Nuevo Testamento, el Moderno Amante A con dos modos de la música, parte de tu viaje es largo en los pasillos del metro-merchero (neologismo "de marcha y Merche") de Sainz de Baranda y hoy he visto a una loca garbancera llevar un bolso de Madin Spain en blanco y negro.

Si te pagan tienes que hacer algo además de montarte el kiosco, los bancos son buenos sitios para detenerse a escribir en la calle pero no pases por donde ha escupido alguien, respiro la luz de aire en la calle Cruz del Sur, por otros lugares pasé enfermo que ahora no me caí y no tengas el Hermano de Nunca Has Pensado.

El niño Molano arrasaba con todo, Atila venía de las tierras carnívoras hunas molanas y como un pincho no cejaré en impedir la doctrina del dejar hacer-dejar pasar de la sociedad fantasma.

En la vejez venerable la muerte se acercaba a ellos que con un pie ya estaban tocando el Cielo y cuando se asienta la tarde soleada en las Hermanitas de los Pobres se ve el poder que se ha acumulado.

Dos triángulos equiláteros hacen la estrella de David que se pone en las sinagogas, los cementerios judíos y en la bandera del Estado de Israel y que como una estrella mágica de la Kábala protege de los espíritus de los demonios y se abre como un destino de fractura abierta de martirio y heroísmo.

Dónde se van los niños que se hacen mayores,/ hay que ser como niños siempre,/ niños confiados y felices,/ niños dulces y alegres,/ que miedo nos trae el hacerse mayores,/ por qué la seriedad mata al niño,/ sed como niños.

Cuando veo el monochord pienso en la cantidad de cosas que no hemos inventado, no puedo pensar en todo a la vez, estamos tan juntos que uno solo que falle puede hacer mucho daño a los demás, no sé dónde ocultar mi falta de humildad, yo también hago feo el paisaje, los conductores de los autobuses hacen de jueces del público de Madrid, se rechazó el monofisismo porque Jesús es divino y es posible verle por Madrid, quien con sus pasos alienta al que se encuentra, como ya no tenemos tantas guerras podríamos desarrollar la personalidad, porque el odio es tan inmenso aquí que he puesto a prueba la paciencia de todos, he tenido que demostrar mi valía y los padres se levantan como columnas de poder dejando a sus hijos en el suelo.

En ninguna parte de la ciudad, no hay nadie al otro lado, si la gente de los lugares no es feliz no vale la pena visitarles y el dolor que emana la Tierra del Dolor.

Todos los países de izquierdas que intentan suprimir la religión el pueblo no progresa, el boca sin dientes predicaba las verdades del evangelio, lo que hunde a las personas son los pecados y a mí no me gusta beber alcohol fuera de casa ni el whisky del café irlandés por la calle.

Se están cayendo los lugares de nuestra juventud como Irlanda y Cercedilla, cansado ya de tanto mal mirar en Madrid, el Madrid de los muchos miradores y mentideros, no sé por qué la gente viste de negro como si no hubiera campos de Auschwitz de mendigos en los parques de la ciudad, nos dicen que miremos a las mujeres para que nos olvidemos de todo, el barrio de la lujuria de los gays y de las barbas de estarcita marxista y de los golpes a las cajas de las galerías, te doy la espalda y me oculto del foco de tu mirada inquisidora como una cruz asturiana de los peñascos, tendrías que comprarte una prenda cada mes en Desigual hasta que te hartaras, no me gusta la mirada despreciativa de los inmigrantes ni la desafiante de la clase media alta que espanta a los madrileños, mira un apartamento de temporada en la Puerta del Sol, la juventud tiene el tope de hacerse nihilista para creerse intelectual en la calle de la Flor Alta, no hay que salirse de la raya ni comprarse ropa de confeti en Blanco, la tienda de mascotas de San Bernardo no tiene más que descender a las alcantarillas a coger las ratas, no me gusta la capa de las señoritas de compañía del Conde Duque y toda esta escritura es para el Sonríe y Sé Feliz.

Los monstruos existen te dicen en el museo ABC y para este mundo quieren que seamos como unos robots sin amor propio ni sentimientos.

La policía persigue a ese que aprovecha los semáforos, nunca se había alquilado tantas habitaciones por la crisis, nunca tantas caras chinas-y caras de panoli por la crisis jugando a la lotería del 29, nunca se dejó a los ciudadanos europeos tan a la intemperie del lobo americano oriental, yo no cojo el sesgo de la melancolía que se deja dentro de los libros, y yo no creo que el Papa sea como el cura Morelos.