QUÉ NOS HIZO PERDER EL DONAIRE Y LA CARNE DE HIJOS DE DIOS II

A mí siempre me impresionaron las tumbas de los Medici, entre la dama de la Castellana y la serrana de Guadarrama duda el galán, la violenta Cassandra del Bernabéu te da con el meñique y con la muñequera, yo no aspiro a ser poeta que se mueren pronto ni me priva que me asciendan a la Oficialía, sonó en Bravo Murillo el rayo Dram de la pobreza, el pueblo anda con los pies desnudos y mea en la calle Santa Juliana, cuentan la generosidad y fe de Golda Meir pintadas por Dalí a quien se quiere parecere la adjudicataria Merkel, personas baratas y pensamientos profundos, yo nunca me he enrollado con una que supiera ha estado con un conocido o fuera la ex de un amigo, el mundo es muy ancho para encontrar a una mujer y ella tenía una gracia glaciar con ese glaseamiento de azúcar en sus vestidos.

A mí me gusta el aperitivo madrileño en Rosales, este espejo de pared del museo Cerralbo es para tu casa, el Marquis como Borja Thyssen con una casaca roja de baile de diablo y el Cristo yacente de Alonso Cano, las estatutas de Mensajeros se ponen en el paso de carruajes, Carlos París nos quitó las siestas a los desquiciados en la sala de la cacharrería del Ateneo, Dios me perdone por la cerveza perfumada que me tomé en el alemán de la Plaza de los Cubos y entonces vi pasar a las abortistas del tren violeta.

Que vaya todo el mundo corriendo adonde está el cartel de comidas de Santa Engracia, con el ritmo de la semana no debe servir un camarero en domingo, un cambio de aire en el Templo de Debod te puede cambiar la vida mientras cantas Esos ojos negros y debo de ser judío porque lo egipcio me obliga al éxodo.

LA DINÁMICA DEL JESUSITO
EL CRISTO YACENTE DE ALONSO CANO
Porque en esta vida no hay manera de quitárselos de en medio los colocan en la otra, el mercado funciona para los que no se portan bien, el mercado permite engañar al inconsciente, todos tenían en la cabeza una moneda nueva-en el culo una moneda vieja- y en el cuerpo una botella invisible, la inyección de la misa podría hacerme olvidar todo esto, pero nunca tomo nada en las gripes, porque como ibérico quiero defenderme del toro de la muerte sin que me haga sangre, empujando así a que Dios dé la cara por mí y todo un mundo se llene de grietas y de hoyos para los enemigos que me persiguen sin moverse porque soy yo quien va a ellos como sal y luz que descendió a la Tierra.

Hay que transformar la ciudad, si la gente se dejara llevar por el buen gusto se acabarían todos los negocios de Madrid, lo que hace la palabra paz en los que viven en Alcobendas, los que trabajan en salud mental atraen la locura a sus familias, el niño no necesita dinero, el dinero lo gastan sus padres, la Gran Vía se ve como un circo con la mezcla de vidas-opiniones-bebidas del Museo Chicote, sin haber dado un palo al agua te crees beata y lo que eres es una hush puppie.

Me repito mil veces soy único e intransferible, la abadía escocesa hizo prosperar a Melrose cosa que las brujas cubanas no hicieron prosperar La Habana, los republicanos destrozaron en Málaga muchas esculturas religiosas de Pedro de Mena, después de la mañana de nieve sale el sol, cuando tengo salud me gusta disfrutar del frío, ánimo esos corazones que a Dios no le gusta verte así, en un mundo de locos donde se dan tanta importancia solo la literatura se da a florecer, por qué las que se ponen abrigo de visón se caen al suelo y muchos hombres todavía quieren salvar a Marie-Antoinette de la guillotina.

Los caballos Merychippus y Mesohippus no me llevaron fuera del atasco de Sanchinarro, nunca se pusieron tantos dientes para la boca hermosa a los pies de La Menina, el dentista puso rock para animarnos, cuando te quitan los colmillos se te pone muy mala leche, escuché la ópera de Meyerbeer esa tarde lluviosa en el Instituto Alemán Ein Feldlager in Schlesien y los del pueblo de Alcobendas llevan pantalones socialistas de pana pero no llevan chaquetas de cuero de derechas.

Hécuba tira un rollo vacío de papel higiénico masculino en las escaleras del Juzgado, la militia de los hombres-minuto que fermenta la leche recorre la Plaza de España, la acróbata juega con un bote de agua, nunca me han gustado las que se tapan la boca con la bufanda tenue, las multas inciviles del adolescente silencioso le llegan al padrastro, el negro llevaba una Gran Bolsa Coneja Blanca, siempre al llegar a cien se acaba todo,/ siempre al llegar a mil se acaba todo, y yo no guardo memoria ni de la caída en dos lunes.

La gente vive por mimesis imitando la acción de la vida, Yolanda del Tío leía los contratos en diagonal, los Nuevos Ministerios serán siempre el Estado del Valle de los Caídos, el Real Madrid se las jala maravillosamente en el minuto 94 cual consigue la victoria del tiempo, la ratera gallega del gorro a mi lado y el amor de ella como el de la hindú Mira Bai.

Algunos jóvenes parecen chorrear como la banda del mirlitón, el milord se miraba en el mirror cortado, con un poco de suerte recuperaré lo perdido, los klynex-kleenes-clines blancos llenos de moquillo tirados por el suelo del metro y el trabajo va a tener el valor del aguante.