Al Bernabéu lo llama bañera
donde se ensucia el merengue.
A la Castellana la llama Via Apia
que Gallardón quería hacerla piedra.
A los madrileños llama retorcido demonios.
Las caras frías llama a las madrileñas
como la nueva Gioconda del Museo del Prado.
A la Puerta del Sol, cucú del tiempo.
A Dalí, el tic-tac de este hombre-reloj.
Arriba el Cielo en Madrid.
Abajo el Purgatorio en el barrio.
Enmedio el Infierno del Metro.
A la Ecografía del Hospital La Paz
la llama niña Galaxia.
A las Cuatro Torres la marca de esta ciudad.
Al Parque del Retiro refugio de los locos.
A la Catedral rayo de luz que nadie quiere.
A la Almudena presa en una buhardilla del Palacio Real.
La opinión pública chata es el erizado de las olas.
A las calles llama aguas de mar brava.
Al hombre-reloj
héroe del Dos de Mayo.
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