PERO QUÉ SENTIMOS Y PORQUE TENEMOS SENTIMIENTOS

Podemos desear porque tenemos deseos/ amar y odiar/ tener afectividad y rechazar y excluir/ abrirse y cerrarse/ porque nos den la vida y no la muerte/ el dinero y no el gasto/ en qué empleamos nuestro tiempo irlandés y a quien lo dedicamos/ lograr la ataraxia y envejecer y la apatía/ lo que nos apetece no genera conflictos ni tiene muros/ contemplar la belleza y estrujarla en sexo/ todo lo que miramos es una connotación íntima/ los sentimientos son íntimos y privados/ todo el mundo tienes sentimientos/ debemos respetar nuestra actuación por el poder o por qué motivo/ podemos fingir los sentimientos con los otros por las estructuras del poder/ hacer lo correcto con nuestros sentimientos y pensamientos excéntricos/ la monotonía nos quiere hacer libres en el Paseo de Recoletos/ también en la civilización están los sentimientos de la violencia por detectar/ la moda nos hace sentir de variopintas maneras pero no vamos a comprar/ sentimos un paisaje y haber pasado una experiencia con amados/ sentimos la amabilidad y la ternura y la gracia de la bien educada y simpática/ sentimos la rapiña de que quieran anularnos y tirarnos/ todos los seres humanos tienen sentimiento de placer y de la labor bien realizada/ y tenemos sentimientos de la fealdad que impregna nuestro mundo/ son las mujeres las que más atrapan mis sentimientos y seducen la palabrería/ pero no puedo estarme quieto e inerte/ o debo ser un espadachín en el amor como don Juan/ porque si mis sentimientos son correspondidos por otros similares menudo desastre/ pero ahí están las formalidades que hay que respetar en las afinidades electivas.

Graham Greene utilizó la técnica cinematográfica para escribir cuando dejó The Times y se estableció como un escritor freelance y a mí se me pegan las redes testiculares a las piernas porque hay tensión sexual no resuelta con la vecina de enfrente y sé que hemos llegado con la crisis al caso en que todos podemos acabar fuera de casa y pasar por la cárcel y que la parte más adornada de mi casa es mi dormitorio.

Las mujeres de Alcobendas son capaces de arreglarse para pasear y sacar con ellas atado con una cuerda a un chucho sin clase al que no le van a dejar ir por libre como en otras poblaciones del Sur de Madrid y sus hijos rayan los coches y pegan a un chico que va a un colegio de La Moraleja.

Como mear en un rincón que tiene puerta, como una corriente de puerta fue el sovietismo, como un pasmo que estrangula los cuellos, como cuchillos que destrozan el corazón.

Suprimir la sangre del toro en España sería como quitar el jazz en Carolina del Norte.

Me río yo de los que meten sus hijos en el Liceo en vez de en el colegio Fomento Aldeafuente, acaso los franceses no están condenados históricamente como los alemanes porque la Libertad, Igualdad, Fraternidad no son sino los principios cristianos de la revolución de Jesús y sino que se lo digan al obispo Henri Grégoire de la Iglesia Nacionalizada de la Revolución Francesa.