Están iniciando a los musulmanes en que su guerra santa sea la rebelión en la división y las tácticas de la inhumación en la correligión y también de carambola se podría inhabilitar a Rusia en las fronteras sin límites a definir de Chechenia e Ingushetia.
Desde las guerras de 1947 de Pakistán contra su vecina India sucedió que en 1974 perdió la mitad oriental y Bangladesh se independizó y como si el sánscrito de los himnos védicos resonara desde lejos y todos estos territorios interfronterizos con China fueran huérfanos haría falta que los portugueses templados y suaves y no los franceses europeos vinieran a dar las lecciones en Asia.
Mustafá Kemal Atatürk se enfrentó al sultán Mehmet VI pero lo depuso, abolió el califato y proclamó la república, delimitó las fronteras más reducidas, proclamó la aconfesionalidad del Estado, y adoptó el derecho civil occidental, el calendario gregoriano, el alfabeto latino, el sistema de pesas y medidas, la forma de vestir moderna de la población, y pidió integrarse en la Comunidad Europea, lo mismo hubiera podido haber hecho Marruecos si ahora no nos fuese tan mal.
En Siria, Turquía y Palestina puede haber tanta democratización como modos dictatoriales de los mustafás Kemal Atatürk y de Ismet Inönü y puede haber tantos golpes de estado como partidos democráticos abolidos y democracias secuestradas si se puede decir que algún día el islam democrático surja desde los pirindolos de la opinión pública y no desde las armas de los ejecutores de la muerte y del inquilinismo de la Casa Blanca.
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