Nosotros
tenemos una historia que no necesita de más floreturas filosóficas ni de Brecht
ni de los europeos.
Si alguna vez brilló la estrella de Jesús en España fue con los Reyes
Católicos y los juramentados no estaban para tonterías ante el dilema de la
cruz.
La vida es sueño tiene su importancia para el españolito y la Virgen de
Guadalupe tiene todavía más delicia e importancia para la Hispanidad porque lo
que uno es para la noche la otra lo es para el día y las noches de candelarias
que es nuestra nación la que ansía y conseguirá la vida nueva si el Diablo
Cabrón no puede con todos nosotros los de la puntuación 92 sabiendo que el
examen de 98 nos lo anularon y luego sacamos un 78.
España
en su historia de Américo Castro y España un enigma de Sánchez-Albornoz porque
ante la lógica y la claridad los andaluces se hicieron castellanos porque su
misma palabra es fidelidad defendible con sangre y honor como en un dos de mayo
y no se hicieron catalanes por poco claros por mucho que trabajen en sus
tierras a no ser que les salga el arabesco y los judíos tampoco son de fiar y
qué mejor nación que España con su sonoro y soleado español y la bandera
republicana es de una nación que destiñe el ideal de la Hispanidad Universal.
Los
portugueses están muy influidos por la climatología y son oceánicos nosotros
llevamos siempre la ancha tierra de la meseta con nosotros como una hostia
consagrada donde quiera que vayamos y estemos y no se nos puede achicar esta
mente que es así como el instante de un movimiento que sola la muerte nos
quitará esta conciencia que es España.
Los
franceses no han podido hacer más en ese fragmento terrenal e histórico entre
españoles y alemanes y los ingleses son como la marea que se aleja y vuelve y
hay que recoger las pertenencias como con los berberiscos del Levante aunque
ellos en su isla divagan sobre cómo por arte de brujería los otros pueblos
pierden su centro estable.
Euskadi o los Países Catalanes suena como a un Parque Temático.
Qué castellano cuando iba al bosque a buscar trasgos le pisó la falda a Rosalía de Castro para que no deje de escupir saliva hacia los del sur, ¡En verdad non hai Castilla/ nada como ti tan feio/ que aínda mellor que tú/ valera decir inferno!
Yo
nunca he entendido que dos catalanes se pudieran liar con una alemana en un
mismo cuarto salvo porque después de todo esto se salva la espiritualidad del
corazón del que puede como el catalán.
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