No
creo que haya ni que pintarán El triunfo de la muerte en Catalunya sino la
encarcelación de Mas y varios más con faldas y a lo loco.
El
barcelonés Antonio Brusi y Mirabent introdujo la litografía en las imprentas
españolas, en la guerra de la Independencia huía de los franceses a Tarragona y
Palma de Mallorca, y también tuvo que acudir en 1809 al Consejo de Castilla
porque el afrancesado Pablo Usson le quería quitar su Diario de Barcelona.
Son de las caóticas retiradas de las que se aprovechan los somatenes del Bruc y así puede ser que una localidad catalana no sea tomada por el hado fenicio o de no sé qué que envuelve a este pueblo del que emerge de la tierra para demostración de los vecinos que pudieran pronunciarse sobre sus derechos tanto los castellets como la Sagrada Familia del barro de la orilla mediterránea.
Joan Brossa es el artista por excelencia cuanto de trovador vanguardista tiene el catalán pero claro están los intelectuales del Ateneo que solo entienden los malabarismos castizos de Huidobro siempre en el terreno del aire que no en el juego de una carta de un jockey tirada por sorpresa de noche luminosa sobre el tapete y a qué se espera que aparezca cuando no hay Quien castellano que pueda aparecer.
El político primer duque de
Buckingham se llamaba George Villiers, quiso prestar ayuda a los hugonotes
franceses como indisponiéndose con el católico Richelieu y a continuación atacó
Cádiz cabreado porque no consiguió el matrimonio entre un príncipe protestante
inglés y una infanta católica española María que pretendió enlazar en su viaje
a la corte de Madrid en septiembre de 1623 y su iteración era de bucle de
conteo registrando lo que sucede sucesivamente algo que está ahora haciendo el
político catalán Artur Mas.
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