THE CELLO SONATA OF MADRID

Las Vírgenes Imprudentes llevaban lamparillas que no pudieron encender porque sus cabezas, las monedas y el material eran made in PSOE y en la izquierda que les sigue con la mechilla apagada.

Los políticos revolucionarios y artistas e intelectuales pregonaron el cancan del cabaret y eso es lo más a lo que llega la izquierda europea con los cabrera catalanes y los cacos andaluces de las patas de cabriolé derrochador de la meseta.

El vino que tiene Ascensión,/ ni es blanco/ ni es tinto/ ni tiene color,/ y se lo pimplan los socialistas al tontur-ton-tón de la corrupción.

Los poetas republicanos se tomaban con sus romanceros lo de la propaganda de la libertad del pueblo y matar al lobo pero en cuanto a las juventudes socialistas habría que hacer como Eugenio de Tapia con su Viaje de un curioso por Madrid en que hizo una crítica feroz de los afrancesados.

Como si todo se redujera a las articulaciones de los tendones y a la deformación de los huesos, pues no cara de huevo hay mucha grasa que te has echado encima, y todos obesos y obsesillos sexuales que apenas aciertan a mantenerse en pie como bestias de carga, y con la cabeza alta de pollos para el esquirfe del resultado final de la crisis.

Tú bajas la cabeza por una propina,/ y tú bajas la cabeza cuando entras en un banco,/ y tú bajas la cabeza cuando te engaña tu jefe, / y tú bajas la cabeza cuando te recrimina tu mujer,/ y tú bajas la cabeza ante un coche grande y lujoso,/ y tú indicas que bajas la cabeza pero que no quieres que te la corten,/ pero que no se haga tu voluntad sino la suya,/ y el ahorcar al parado es quitarle los sentidos de encima,/ ni oirás ni verás ni comerás,/ y en lo alto queda la testa herida de silencio y de soledad,/ si alguna vez pensamos proteger nuestras cabezas,/ con los sueños niños de los deshollinadores de Mary Poppins.

Aparta la conciencia y céntrate en el juego parece decirte la gente,/ pero la frecuencia con la que se repiten las cosas,/ los sucesos de un país,/ los sueños del cine,/ las medallas de oro,/ los resultados de los países árabes,/ la corrupción de los que amasan el capital,/ los asesinatos y los robos,/ los despidos de la gente a la calle,/ la ingesta de alimentos/ la práctica del placer sexual/ la ducha diaria/ el transporte público/ quedarían reducidos a la mínima expresión/ si no comprenden otro objetivo que no sea la misma persecución y canalización de la dopamina en la ciudad,/ por lo que había que moderar todo con la educación y los buenos modales,/ y feliz haces a Dios y feliz te hace a ti,/ y no te quedes ahí pasmado en el vagón de metro como las moscas.

No vamos a remover catacumbas ni a hacer catafalcos barrocos para explicar lo de la corrupción pero todo empieza cuando un ejecutivo hace el payaso del baile del caballo chino mientras se toma un café con los socios, y cuando un joven se deja la cresta de xioux para llevar la cartuchera de billetes al jefe, y cuando se distingue enseguida el atuendo de una funcionaria aprovechada fuera de horas por los transportes de Madrid.