Orwell no quería que en su homenajeada Catalunya hubiera la naturaleza totalitaria del comunismo estalinista ni que hubieran pugnas trotskistas para los ingleses simpatizantes con ella ni que hubiera un estado de cosas dictatorial dentro de la Generalitat.
Lo entiendo perfectamente la Catalana Union no puede soportar como los holandeses que nosotros tengamos las manazas sobre sus cosas y que lleguemos a regular las salidas de sus casas como tampoco Astérix y Obélix.
El emperador Diocleciano dividió Aquitania en tres partes así deberíamos trozear a Catalunya como se ha hecho con el País Vasco y quitarnos problemas para el florecimiento de la administración estatal.
El botulismo del frío sobre Cataluña va a producir durante seis años un cansancio, un dolor de cabeza y el ver aún más doble de los catalanes, y les va a producir una dificultad sobrevenida de hablar con el poder central con ayudas para la respiración continua con el dinero de los españoles, antes de que se paralicen los músculos de esta autonomía debido a la enlatanización de los políticos extremistas y todavía pretenden rivalizar con el castellano que se hizo el iberoamericano.
En la presencia de la masiva demostración Mas iba a establecer la Tercera República francesa de Boulanger con los disidentes católicos y en espera de una guerra de sucesión con los castellanos en que los europeos intervinieran a su lado, aboliendo la responsabilidad de los ministerios con su pueblo con lo que tendría que disparar contra la masa de gentes en las calles, y el fallo de no tomar control en el momento crucial por pasar la tarde con su señora y la seguridad del estado estará tocada al son de la rumba catalana.
El amor del santo Caitanya al Lord Krishna por su calma meditación y servidumbre de sus pupilos y la amistad de sus bengalíes a su divinidad también podría seguirse en la canción de simples himnos, la repetición del nombre de Catalunya y el sonido de un platillo y un rítmico bailoteo de Mas en su estado de exaltación política del "algo se mueve Montoro, el tacatá".
Debieran de limitarse el derecho de sufragio a los nacionalistas como a los analfabetos que no hubieran acabado el bachillerato, porque sino tendremos a los indonesios Suharto y Sukarno en las autonomías con un férreo control sobre el aparato como sobre la economía y un acendrado nacionalismo y antiespañolismo y con una forma dictatorial de democracia dirigida vasca y catalana.
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