Hoy ha estado en el Infierno del INEM DE SANTAMARCA. Jose Manuel tiene el papelito azul celeste Nº 74, hace puñetas con él en la mano, pero no le rompe las alitas.
- ¿Qué haces?
- Nada, solucionando papeles.
- ¿Por qué número van?
- Por el 68.
El funcionario pregunta por el 66.
- Otra vez.
- Ya se ha quedado en el 66.
- Vamos, por el 68, señorita.
- ...el 69,70...
- Eso es lo que pasa a esta hora, empieza a contar números, y no están.
- el 71,72...73
- Ese mismo soy. No sé si voy o vengo, señorita.
- Toma macho, voy a echar un humo por ahí, que estoy de los nervios de tanto esperar.
Nunca he visto, al atardecer luminoso en el Bernabéu, descender la lluvia tan aposadamente, de esa manera se siente reconfortado. Leía el periódico a día pasado, y escribía con deportividad...
El humo quita el aire respirable, casi huele el paso de cebra blanco, recién pintado, y los coches ni lo ven.
Los seres humanos no nos armonizamos, bien sea por exceso o bien sea por receso; y deberíamos ocultarnos, y no vernos, los días de luna menguante.
Si destruyeran la Luna piensa Jose Manuel, quizás por algún efecto extraño la gravedad alargara nuestras vidas.
Madrid, es que tiene un clima muy raro
que se pasa del frío al calor,
en un pis pas,
y en cada rincón te resfrías.
- ¡Qué horror, qué horror Dios mío, no tenemos Dios!
November 09, 2011
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