El Papa no se impone y como buen padre demuestra su paternidad de una manera leve. Pasea para mejorar su pensar y su escritura y tener el espíritu ágil. Disfruta en sus lecturas en la Biblioteca.
También tiene que alimentarse bien porque es difícil tener un buen espíritu sin una buena digestión. Pero la verdadera limpieza del organismo está en la oración.
No distingue entre hombre y mujer sino entre quien tiene un buen espíritu y quien tiene un mal espíritu. Procura que la sexualidad no sea un volcán apagado.
A su ventana llegan los malos como avatares que escupen en su túnica y apedrean su cabeza. Los curas no son seres aparte porque están en primera línea de combate aunque sea sientan acomplejados por la sociedad civil. Cuesta no creer que eres perfecto y que avanzas con la gracia de Dios.
La rigidez, la frustración, la ira y la cara de cartón porque no gana el cielo harían que un Papa fuera malo. Un Papa vanidoso sería un mal Papa.
Aunque no quisiera el Papa, sabe que diriamente en su cuerpo tiene contactos con la suciedad pero también sabe que esto se lo hace olvidar la Eucaristía.
Fuego del Infierno. Locura. ¡¡RESCÁTANOS DIOS!! Estas son las pesadillas del Papa por la noche. Morirse y no cumplir con la misión. Este es su dolor al atardecer. Tanta gente que no conoce al verdadero Jesús y tanta gente incapaz de cambiar de modo de vida. ¡Algunos perdidos como demonios!¡Unos que devoran a otros y los reducen a animales!
El Papa tiene el vértigo de las gentes del siglo XXI que les corren el pasillo por donde pasan y no pisan fuerte porque los zapatos no son de la marca hispanitas sino chinos.
Dios está próximo y nos acaricia en toda Buena Liturgia. Pero la gente se queda con las sobras de los espectáculos culturales y endiosados competitivos del deporte. La gente libera su aburrimiento y rutina con más locura y con más actividades estresantes y con drogas cuando todo es más sencillo.
Tenemos la confianza de que en el Espacio los planetas no caerán sobre nosotros. Tenemos la confianza de que la virtud florecerá en todo ser humano. De que los buenos cristianos tienen la disciplina de los hoplitas de la civilización occidental.
El Papa sí da la talla. Dejadle un tiempo en su carromato alado y la dará y nos traerá un sol que ilumine a la Tierra. El frenesí del dinero que ha de inclinarse del lado de la verdad espiritual y de Dios para que se pueda practicar la justicia y amaestrar a los ricos.
El Papa tiene que vivir mucho para ayudar a sus hijos. Pero su mirada ha de amar todo el tiempo. Su Casa en la Tierra debe estar limpia.
El miedo es algo que va contra Ti y que lamentarás sino lo dominas. Los ángeles que te rodean no pueden dejarte indefenso. En tu vida ha habido excelencia y has confesado y consolado a los pobres de espíritu que no alcanzaban la perfección.
El Papa tiene la clarividencia de que con la buena fe no se pierden los admiradores. Y que la gente frecuenta las iglesias para dar las gracias por los dones recibidos (que se ajustan a lo que Dios y no el Diablo quiere de nosotros). Pero la mies es mucha y la miopía de los sacerdotes también.
Las oportunidades las brinda Dios y no desesperemos. El que trabaja por el reino de los cielos sostiene la victoria: Benedicto XVI. El mucho ruido no te hará perder la fe y los muchos sufrimientos tampoco. Amar al pueblo es querer salvarlo. Los curas y las monjas deben estar enseñando en la escuela y resistiendo al mal de sus pupilos. La práctica de la doctrina de Jesús rompe el silencio de Dios.
Los ateos no reconocen los milagros de la fe y se consuelan aunque consideren su racionalidad imperfecta pero nuestra fe tiene toda la racionalidad de los ejemplos santos de quienes la practican. El amor propio que se encierra y reniega de Dios les lleva al abismo y encima le han dado demasiada importancia al erotismo.
¡¡No haremos la Utopía tampoco dejaremos que llegue el Apocalipsis!! No se pactan los malos tragos. ¡Cuidaremos de los enfermos y de los que sufren penas!¡Y cómo no vamos a ser los más queridos de Dios si le hemos perdonado de que nos muramos y no le acusamos de no habernos dado la inmortalidad! Él mostrará su ardiente generosidad por este hecho afectuoso de amor. Este laberinto está chupado aunque nos reduzcan a cenizas.
R.I.P:
¡Sí, yo me he bautizado!
¡Yo soy un caballero español!
¡Yo soy católico!
También tiene que alimentarse bien porque es difícil tener un buen espíritu sin una buena digestión. Pero la verdadera limpieza del organismo está en la oración.
No distingue entre hombre y mujer sino entre quien tiene un buen espíritu y quien tiene un mal espíritu. Procura que la sexualidad no sea un volcán apagado.
A su ventana llegan los malos como avatares que escupen en su túnica y apedrean su cabeza. Los curas no son seres aparte porque están en primera línea de combate aunque sea sientan acomplejados por la sociedad civil. Cuesta no creer que eres perfecto y que avanzas con la gracia de Dios.
La rigidez, la frustración, la ira y la cara de cartón porque no gana el cielo harían que un Papa fuera malo. Un Papa vanidoso sería un mal Papa.
Aunque no quisiera el Papa, sabe que diriamente en su cuerpo tiene contactos con la suciedad pero también sabe que esto se lo hace olvidar la Eucaristía.
Fuego del Infierno. Locura. ¡¡RESCÁTANOS DIOS!! Estas son las pesadillas del Papa por la noche. Morirse y no cumplir con la misión. Este es su dolor al atardecer. Tanta gente que no conoce al verdadero Jesús y tanta gente incapaz de cambiar de modo de vida. ¡Algunos perdidos como demonios!¡Unos que devoran a otros y los reducen a animales!
El Papa tiene el vértigo de las gentes del siglo XXI que les corren el pasillo por donde pasan y no pisan fuerte porque los zapatos no son de la marca hispanitas sino chinos.
Dios está próximo y nos acaricia en toda Buena Liturgia. Pero la gente se queda con las sobras de los espectáculos culturales y endiosados competitivos del deporte. La gente libera su aburrimiento y rutina con más locura y con más actividades estresantes y con drogas cuando todo es más sencillo.
Tenemos la confianza de que en el Espacio los planetas no caerán sobre nosotros. Tenemos la confianza de que la virtud florecerá en todo ser humano. De que los buenos cristianos tienen la disciplina de los hoplitas de la civilización occidental.
El Papa sí da la talla. Dejadle un tiempo en su carromato alado y la dará y nos traerá un sol que ilumine a la Tierra. El frenesí del dinero que ha de inclinarse del lado de la verdad espiritual y de Dios para que se pueda practicar la justicia y amaestrar a los ricos.
El Papa tiene que vivir mucho para ayudar a sus hijos. Pero su mirada ha de amar todo el tiempo. Su Casa en la Tierra debe estar limpia.
El miedo es algo que va contra Ti y que lamentarás sino lo dominas. Los ángeles que te rodean no pueden dejarte indefenso. En tu vida ha habido excelencia y has confesado y consolado a los pobres de espíritu que no alcanzaban la perfección.
El Papa tiene la clarividencia de que con la buena fe no se pierden los admiradores. Y que la gente frecuenta las iglesias para dar las gracias por los dones recibidos (que se ajustan a lo que Dios y no el Diablo quiere de nosotros). Pero la mies es mucha y la miopía de los sacerdotes también.
Las oportunidades las brinda Dios y no desesperemos. El que trabaja por el reino de los cielos sostiene la victoria: Benedicto XVI. El mucho ruido no te hará perder la fe y los muchos sufrimientos tampoco. Amar al pueblo es querer salvarlo. Los curas y las monjas deben estar enseñando en la escuela y resistiendo al mal de sus pupilos. La práctica de la doctrina de Jesús rompe el silencio de Dios.
Los ateos no reconocen los milagros de la fe y se consuelan aunque consideren su racionalidad imperfecta pero nuestra fe tiene toda la racionalidad de los ejemplos santos de quienes la practican. El amor propio que se encierra y reniega de Dios les lleva al abismo y encima le han dado demasiada importancia al erotismo.
¡¡No haremos la Utopía tampoco dejaremos que llegue el Apocalipsis!! No se pactan los malos tragos. ¡Cuidaremos de los enfermos y de los que sufren penas!¡Y cómo no vamos a ser los más queridos de Dios si le hemos perdonado de que nos muramos y no le acusamos de no habernos dado la inmortalidad! Él mostrará su ardiente generosidad por este hecho afectuoso de amor. Este laberinto está chupado aunque nos reduzcan a cenizas.
R.I.P:
¡Sí, yo me he bautizado!
¡Yo soy un caballero español!
¡Yo soy católico!
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