November 04, 2013

PULSOS DEL HOMBRE RELOJ ENTRE OVIEDO Y LEÓN

La gente tiene mejor cara cuando está de vacaciones, la recta de la carretera de Medina del Campo que lleva a Porta Coeli y al Balneario de Caldas de Luna y en el sur las sevillanas gitanas de Farruquito se bailan con desgarro.

El árbol se guarda la savia dentro del tronco, la hoja se seca y cae, atrás está el musgo de la plaza Mayor, llama a la vaca a ver si me lleva a lomos, entre León y Oviedo un sitio complicado para los romanos y los árabes, la lluvia meona indica el norte, con esas montañas menudo biruji debe de hacer, es verdad que vamos hacia la glaciación, y yo me enfrento a ella antes de que llegue a Madrid, hay muchas cosas en las que tu crees como que Dios da las ideas, siempre tuve complejo de Jonás, este túnel es como el estómago de una ballena del Cantábrico, y las rocas del silencio frío de las altitudes, la Virgen en el risco.

Con ese cuerpo tan simple y de pequeñez con todo lo que tenemos que hacer, con ese culo de cráteres de luna, vienes apaleado por la misma vida de la ciudad, el pensamiento pone la cara, y tú tienes la cabeza más pequeña que el cuerpo, los miopes vemos entre brumas como el paisaje de Babia, seguro que quieres que coja todos lo que quiera, nuestro amor nació de los rescoldos, volverán a oír tus pasos, se encendió el fuego cuando se fueron los lobos de los Ancares, como meterse para dentro de las rapatillas voladoras, no es que sea el fin del mundo, a esas vagonetas las lleva el alma el diablo, adiós mundo como lo conocemos y no te molestes en moverte porque nada vale nada.




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