Como buen gato enseguida atisbo a un catalán con los ojos saltones frente al Bellas Artes, a veces me duelen los oídos por Madrid, son mañanas en la calle de Alcalá en que tengo que deglutir todo el pasado y rezar en la iglesia de Calatrava para que no venga el Eurovegas a la Villa y Corte, bastante es ya tener El Corte Inglés y el Plaza Norte, y a Cristiano Ronaldo que parece un muchacho romaní del semáforo más fashion del Bernabéu como equipado del Real Madrid, y van ellos cargados de bolsas por la Milla de Oro pero no son más que agendas del colegio de abogados para el próximo año 2014 en que van a meter en cintura a la Generalitat.
Dicen que un descendiente de la familia La Trémoille que se opuso a Juana de Arco murió en la batalla de Pavia, si por oposiciones a los suyos caen en manos de los enemigos, y qué no pasará con los nietos de los Borbones que han traicionado a España, por eso en el día de la Almudena vayan a la catedral de Madrid a rezar por la patria antes de que vean caer más chuzos sin gabardinas ni paraguas por los arcos de la Plaza Mayor.
Vaya fuselaje el de la princesita luciendo escote en el funeral de Santiago de Compostela es que no ve cómo va la infanta Elena y que va a ser la comidilla de críticas de los obispos y así con modelitos como si fuera con el suegro a la fiesta de un yate de los de Arabia Saudí y cuando se fusiona una pareja política debiera producir una energía liberadora hacia el pueblo y no puedo más que entender que la nave del Estado ha perdido un tornillo intocable y que no agreda a los espectadores porque tampoco supo yendo de paso dejar el ramo de novia en el Bosque de los Ausentes de Atocha pero claro se vuela a aires altos.
Sabes que la verdad no tiene consistencia, sabes que con una misma verdad con las que niegas una cosa puede haber otra verdad con que la afirmas, incluso para cuando Punset habla del alma, y en la Almenara del Sifón de Guadalix de 1857 pudo estar la verdadera tumba de Napoleón, y el avión que va a Barajas se detiene por encima para verlo, un avión a la altura de los pajaritos, porque se parece al mausoleo de París.
Me vaporizo cuando paro en la fuente de la plaza de San Juan de la Cruz, encomendaré la juventud de los carruajes que sale Castellana arriba a la Virgen de los Peligros, los de dentro del sistema no hacen más que exigir dinero a todas horas, cuando las Cuatro Torres no se ven por la niebla desde Foxá, el frío empieza a acariciar a los madrileños, para cuando haga más frío tomaremos un buen caldo de Mariñas en la Toscana, en las Torres Gemelas de Colón resbalé con un pelotón, solo cuando se ha trabajado lo suficiente se comprende Madrid, hasta que no nos dejemos llevar con los demás por el cansancio como la banderita de la cruz roja y como un leño mecido por las olas a la orilla una vez amainada la tormenta y en la puerta de mi casa con la siesta del ángel de viernes en Estrecho todas las incidencias fueron sobreseídas.
Con esos molestones de las oficinas de la Castellana cómo vas a pensar en esas cosas amorosas, pero las mujeres de esta ribera son dóciles, los jóvenes rastrillados y marcados en los autobuses nocturnos ya no, todo lleno de conductores que nos llevan de un lado a otro, y de policías que no nos dejan salir del límite, y espacios compartimentados que nos reclaman los vecinos, muchos presa de necios y locos y maliciosos por Madrid, con comportamientos muy raros en el metro como una mesa de billar para niños, la gente está muy fastidiada para sus adentros, pero tú ya no te mueves a las horas punta en la línea que es un carácter, todo está lleno de humo gris y de polvo blanco, ahora van a hacer un hotel magno del Bernabéu y van a quitar la minigasolinera, ahora vendrán los árbitros de negro de otros deportes a hacerse fotos en el club y los de la FIFA con los supermillonarios jeques árabes y asiáticos.
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