LUCHA DE GÉNERO Y ABORTO 25 XXV

Lo tuyo me ha usurpado y solo es fufa.

Lo que más me seduce es una mujer leyendo un libro. Me gustaría que lo dejara para hacer el amor. Y que luego la lectura de nuevo la sorprendiera.

Las mujeres no miran si la tienes grande, miran si tienes un posible ketubba para casarse contigo, y tú miras que no estén en conservas de lata como los pepinillos sino que sean como el pertrecho de lomo para el viaje.

Vi imposible el ligue por las revienta pomos de la calle Orense que implicaban un matrimonio desabrido de acostumbrados apaños de mercería y huevos fritos caldosos a la hora de la cena y mi mística por las paredes del patio.

Cuantas veces te barría tu marido para fuera tú le volvías a visitar en otro momento porque eres la mujer amada y lapa del hombre que el tener de burgués no le sienta bien y tú quieres estar cómoda a fuera de ser dentro de casa.

Cohabitaba con la mano sin querer, y me salió de novia una Clara de Campoamor, y nos fuimos de la ermita de Nazaret a la de la Soledad, y se hizo también como la Calderona abadesa de La Alcarria y Victoria Camps ya nos advierte del peculiar aporte de las mujeres en la vida política que va más allá de la pública.

Como quiero a las mujeres y como las amo, la imaginación del hombre es tan simple y prolífica que traspasa el velo de la mujer, y donde hay tomate con aceite hace el hombre gazpacho, el feminismo ya no tiene sentido en España ahora vayamos a otra cosa, en estos equilibrios difíciles de pareja de quitas de benito perojo, en los que al mercado van los franceses y los españoles a por las tortas, a mí se me erizaban los pelos de rozar las palabras de ella, esa alta moza que dice que habla inglés, y mis dos preferidas de este año son Alaya la de los ERE de Andalucía y Cifuentes la delegada del gobierno de Madrid por sus muchos arrestos y coraje en los Mil y un días y las noches en este desierto ibérico.

Farah Diba, Verónica Forqué y las norteamericanas que se fueron a vivir con los gorilas lo tienen claro que los hombres son como niños, y algunos se buscan una novia como Jodie Foster y les sale rana como cuando se confunde la falda con el pantalón en la empresa, y quedan extasiados con el coño a olor de bergamota, y si nuestras madres ya pasaron las humillaciones de María del Carmen Polo de Franco ahora las padeceremos nosotros de nuestras jefas, y van a llegar unos tiempos en que vamos a tener que pedir audiencia a todas las mujeres para verlas, y yo esta tarde me voy con La Dama de las Camelias a los jardines de Aranjuez y tú vete con La Dama de Elche que te dé pero bien.

Entre los lacandones de México las mujeres son las marimandonas que ostentan la hegemonía económica y social, y las mujeres de los sherpas del Nepal tienen una clientela poliándrica de varios maridos a la vez, pero para chinita mala la Chiang Ching de la Banda de los Cuatro del politburó comunista, pero yo tampoco tendría por amante a una judía que siempre me inspiraría a Judit que me pudiera cortar la cabeza por la noche, y Roland Garros fue otro aviador francés como el del Principito que inventó el procedimiento de tiro de balas sin dañar la hélice de la punta.

Cuando te quitaste los tapones de cera empezaste a oír en la calle las pisadas de la pesadilla/ porque tú eras el sordo de tu mujer,/ aunque no lleves chaqueta de pana,/ tú eras el mago que acallaba a los monstruos de la noche madrileña/ el tio de la vara/ porque los autobuses rugen como motos/ y tu mujer se estaba apagando/ si pudieras retroceder a la época de juventud en que todo estaba claro/ antes de que te echaras capa sobre capa,/ porque tú pensaste que tu mujer hacía en la cama amagos de meterse la almohada por el culo/ y lo que se metió fue tu cabeza/ ¡y ahora no hay médico con pera que la saque de esa casilla!