FELIZ AÑO 13 DE LA CRISIS V

Utopía no es en ningún lugar,/ ni en una ceremonia en Malasaña,/ ni en la mesa de la Moncloa,/ ni en el estadio Bernabéu,/ ni con los antisistema en el Parlamento,/ ni en la estación fantasma de Chamberí,/ ni en el Vaticano,/ ni en el mundo de los locos del Hospital Clínico,/ sino que la encuentro en mi paraíso de la Chopera Baja de Alcobendas.

Somos dos piernas, un culete, lo que tengamos por delante, un torso, dos brazos y una cabeza, algunos verracotes y rechonchos como Bárcenas, y hay que ver la cantidad de problemas que damos, lo que nos cuesta llevar el peso al andar, y las molestias que nos traemos y que causamos.

Atravesamos el cementerio de los indios chinookpsoe de Oregón con la frente sudorosa al calor del sol y entonces a la salida de la crisis nos esperaba a caballo el Bonanza Bárcenas metiéndonos tiros para defender su rancho en Río Grande lleno de ganado vacuno robado y marcado con la impronta suiza en forma de paletilla espinosa con su mala leche del pepero picapiedras de Colmenar y quebrantahuesos de la Maliciosa con chaqueta de cuero y agallas de pez piraña de la pecera fáctica si es que en el centro de la frontera interterritorial del partido no existe esto.

Roma no podría prescindir de los políticos como hizo con los druidas celtas y como en la historia otomana los líderes de las revueltas ascendían a sultanes que luego eran derrotados así los que solo tienen el comité de armas hacen lo que quieren.

En el cruce de la encrucijada una nación de santos, de pescadores de hombres, de hombres elegidos por Dios a quienes Jesús recita el Dominus legem dat en el cuadro de Perugino en la Capilla Sixtina entregándole las llaves a San Pedro, y en los mosaicos y frescos que decoran con este motivo los ápsides semicirculares al final de la nave de las basílicas porque Cristo se despide implicando todo esto en el árbol genealógico de su cruz.

El invierno se despide con un puñetazo como el Bárcenas, como cogerse un resfriado bajo la lluvia en las Islas Británicas, como con el frío de las estepas de Stalingrado, y ellos vienen de las basílicas y catedrales y van a Roma, a la comunidad de Jerusalem, a la institución del Templo culto probablemente para restaurar la monarquía de David, sin provocar ningún Cisma en la Iglesia, porque un hombre de Dios encuentra sentido en Dios, baila para Dios y no se entretiene en las menudeces cardenalicias de amores propios heridos.

Yo he visto en la Cinecittà a las afueras rodar nuevas películas de payasos locomotoros y de cardenales dejándose ver estos días en vespa por los alrededores de Roma, y he visto bailar a los zorba griegos como si fueran italianos, y a Barrabás en esta Semana Santa leyendo el libro de los últimos días de Inmanuel Kant y también el Jesús de Nazaret del Emérito Papa, porque nunca se da la hora de partida de esta crisis al cielo, y la balsa de la Medusa a la caza del Snarck se adentra en una mayor etapa viscosa y solo se topa con la boya.

Tú eres así porque tus frenillos son pequeños por lo que eres emprendedor, porque no tenías familia y eras huérfano, porque nunca te refrenabas a leer cualquier cosa, porque tu lengua no paraba de moverse, porque querías mil vidas para vivir con mil mujeres, porque rompías los muros, porque tenías sangre judía, y porque las ideas no se frenaron en la mente de tu cerebro y nunca nadie te dijo no a tus proposiciones incluso cuando a una magdalena le pusiste ruedas para servirla en la mesa.

Se puede suspender el juicio cuando las malas novedades te noquean y bloquean la poca verdad que te queda ya de lo acontecido y que fastidió tu percepción placentera de la vida y cuando todos se empecinan en errar y no acertar en el sano juicio para llevar las riendas de la vida, que por muy monótona que sea no deja de ser vida que hay que vivir cómoda y bien, si las circunstancias sociales no acaban por fastidiarla, y es un trabajo perseguido y digno lo que necesitamos para prosperar en el vivir.

La gente está con la soga al cuello y muy perjudicada y van a la contra con el mismo olor que deja la compresa de nicotina y el mismo semblante de una noche sin acostarse y con el recurso al pataleo, así que la que tiene un trabajo seguro se puede dar por satisfecha y la que puede concentrarse a estudiar como un gran mérito.