El catalismo de Aragón sobre la inerte Castilla que produzca la reacción para mejorar la eficiencia de España.
Con qué muros de talayot encerraremos a todos estos políticos catalanes que están ahogando el porvenir de los niños catalanes haciéndoles girar en bravatas ebrias de remolinos de ríos gerundenses.
Aplicaremos la ley del Talión en Cataluña causando a los autores del daño nacionalista el mismo perjuicio que ocasionaron, pediremos una indemnización monetaria en base a no transferir más dinero talismán a esta autonomía, y el amor y el perdón que se lo den las uniones matrimoniales con el resto de las autonomías españolas.
El arco tarraconense de Roda de Bará en honor del general de Trajano indica que solo una mayor civilización es plausible con la fraternidad catalana si por esta puerta se acaba la fidelidad madrileña a veces tan corta de hocico y tan truhán como lacaya y con piernas de patanes en el sentir de la ciudad extremadamente civilizada sino fuera por el coraje de pecho en que nos movemos tras-os-montes.
Hay una región de Catalunya que tiene forma de triángulo de las Bermudas y dicen que está en Llobregat porque han tenido que trabajar con todos los abastos españoles y con toda la cursilería de los mayorales de Barcelona.
El guante de Flandes nos quedaba muy largo y el portugués muy corto, cuando se pierda el guante catalán a la medida ya no se podrá hacer nada con el otro aunque extienda los dedos y marque una dirección ibérica, porque una mano quedará al descubierto y la otra cubierta pero sin decoro, y esto será el colmo de la moda política como una chiquillería caprichosa de adolescente muerto de frío y de ganas de encontrar su otra mitad, porque si se limpia el culo con el guante ya no le será útil y menudo marrón se deja.
Enseguida distingo cuando un cuervo en la discoteca sale de las fábulas de La Fontaine y cuando lleva las cosas al límite de lo cartesiano y cuando su peplo es de romance de Julio César aunque su rabo es de demonio travestido de Papa y así puedo decirte que pinta mal para los políticos catalanes.
Los Churriguera eran tres hijos proactivos de un hacedor de altares de Barcelona, y a este estilo churrigueresco catalán frenético y exuberante en los detalles es al que nos enfrentamos, después de trabajar para el colegio y la plaza mayor castellana y para la academia y el palacio de Madrid, y cuanto más lo recargaron para llenarse la familia los bolsillos, y es minimalismo lo que necesita la política nacional.
En 1640 el político catalán Francesc de Tamarit jugó mal sus cartas al no entregar a la Hacienda real las rentas de la Generalitat por lo que acusado por el conde-duque de Olivares y encarcelado por Felipe IV, todo esto provocó unos excesos del gobierno y se provocó una revuelta popular en que resultaría liberado y sería el brazo militar de la defensa del Ampurdán, la batalla de Montjuïc y la defensa de Barcelona, pero aun perdería más sus cartas por sus recelos a no aceptar la ayuda francesa.
Por necesidades económicas no puede aspirar a la nación, por necesidades de delimitación de un territorio tampoco, por historia es común y hermanada con la española, por la lengua propia ni se toca y puede extenderse siempre que sea por libre su aceptación, por psicología para qué irse si nunca hacen el ridículo con los demás y encima destacan y quién les escuchará luego en su egocentrismo, y por etnología son hispanorromanos y judeocristianos, entonces éstos que tienen la nacionalidad catalana no han logrado un Estado para conseguir el término de nación porque esto requiere una gran conjunción de esfuerzos, y si no lo logran quedan como kurdos aun cuando hay otras naciones en Europa de menor valía, entonces somos nosotros los del centro los que les estamos engatusando y camelando cuando piensan los extranjeros anglófonos que es al contrario.
(supuesto borrador de Manuel Azaña no pronunciado ante su espejo)
March 04, 2013
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