May 11, 2018
QUÉ OPINA BARUCH SPINOZA SOBRE LOS MILAGROS
O bien que se entiende que el milagro tiene en el fondo causas naturales, pero tan recónditas, que la naturaleza humana no puede descubrirlas, o que el milagro no tenga otra causa que Dios o la voluntad de DIOS.
... por el contrario... cuanto más penetramos en el conocimiento de las cosas naturales, y más estrechamente vemos que dependen de su causa primera y se desarrollan según las leyes eternas, por él fijadas a la naturaleza.
... que los milagros no nos dan a conocer a Dios, ni su existencia, ni su providencia, sino que todas estas verdades se deducen mucho mejor del orden fijo e inmutable de la naturaleza.
... que un milagro no puede dar algún conocimiento de Dios, sino que llegará hasta destruir el que naturalmente tenemos y hacernos dudar de Dios y de todas las cosas.
... que un milagro se verifica en la naturaleza, podemos decir que es superior a ésta, y nada más, o que debe interrumpir su curso. Por otra parte, el curso de la naturaleza nos aparece como fijo e inmutable por los propios decretos de Dios.
... hay que concluir que la creencia en los milagros lleva a la duda universal y al ateismo.
Considero, pues, mi principio perfectamente establecido, a saber, que un milagro, entiéndase como se entienda, contrario o superior a la naturaleza, es pura y simplemente un absurdo...
Pero antes de llegar a mi tercer principio, quiero confirmar por la Escritura este otro: que los milagros no nos dan a conocer a Dios.
El mismo Salomón, y cuenta que en su tiempo estaba en su apogeo el poder israelita, dejó escapar la sospecha de que todo aquí está en manos del azar(Ecl 3, 19-21; 9, 2-3).
Finalmente, ha sido un criterio oscurísimo para casi todos los profetas el acuerdo que existe entre la providencia divina, el orden natural y los acontecimientos de la vida humana.
Sé muy bien que en la Sagrada Escritura se dice con notable frecuencia que Dios ha solido hacer prodigios para darse a conocer a los hombres: así en el Éxodo (10,2).
... cuando la Escritura dice de una cosa que es obra de Dios o que se hizo por voluntad divina, entiende que esto es según las leyes y el orden natural, y en manera alguna como el vulgo cree que la naturaleza se paralizó para dejar obrar a Dios, o interrumpió alguna vez su curso.
Si, pues, hallamos en la Escritura narrados ciertos hechos, cuya causa natural desconocemos o al parecer opuestos a las leyes naturales, esto no debe contrariarnos, y debemos seguir convencidos de que todo lo que efectivamente ha ocurrido se ha verificado naturalmente.
(Nota Jg: creemos en lo sobrenatural solo que está dentro de lo natural, aunque lo desconocemos...)
(lo espiritual dentro de lo natural, ¿dentro de lo espiritual o de la religión?)
Todo esto se sabe, lo repito, cuando los juicios se regulan por las percepciones de la inteligencia y no por las impresiones del sentido o de la imaginación...
A estas ideas están acomodadas muchísimas narraciones de la Escritura que los filósofos, por consiguiente, no pueden tomar a la letra.
Agréguese a esto que los milagros suponen ciertas causas y circunstancias que no se derivan de esa autoridad real que el vulgo imagina en Dios, sino de un decreto verdaderamente divino, esto es (como la Escritura misma demuestra), de las leyes y el orden natural. Agréguese, finalmente, que los impostores pueden también hacer milagros, como se comprende por Dt 13 y Mt 24, 24.
De todo esto resulta con grandísima evidencia que los milagros han sido acontecimientos muy naturales, y que deben explicarse no como cosas nuevas según la expresión de Salomón o como cosas contrarias a la naturaleza, sino de tal modo que se acerquen todo lo posible a los hechos naturales.
... que los profetas consideraron los milagros lo mismo que nosotros los consideramos, y, por consiguiente, que cada cual puede pensar sobre esto lo que mejor le parezca y más adecuado para elevar el alma al culto de Dios y a la religión.
Así también opina Josefo, quien de este modo termina el libro II de sus Antigüedades:
"Acerca de los milagros, cada uno debe ser libre de pensar lo que le parezca".
Éstas son las palabras de Josefo y su opinión sobre la creencia de los milagros.
Tratado Teológico-Político, Cap VI
Baruch Spinoza
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(NOTA DE JG: SI DESDE ABRIL 18 TENGO FE "EN JESUSCRISTORESUCITADO" EN MAYO 18 VOY A TENER FE "EN LOS MILAGROS"... ¡QUE VAN A HACER PRESENCIA EN DIFERENTES PARTES DEL MUNDO!¡VAMOS A ANOTAR ESTA PROPOSICIÓN Y A DEMOSTRARL(O)/ DEMOSTRARLA!)... YO LE DOY UN PLAZO DE 3,5 DÍAS POR SAN ISIDRO PASADA LA VIRGEN DE FÁTIMA (15 mAY-13 mAY)
LA LLUVIA DE MILAGROS...
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