Casa donde nació Pemán
en Cádiz, en la calle Isabel la Católica.
Junto con su hermano César,3 procedía
de una familia de la alta sociedad de Cádiz.
Su padre fue el abogado en ejercicio y diputado conservador gaditano Juan
Gualberto Pemán y Maestre (1859-1922),a y
su madre María Pemartín y Carrera Laborde Aramburu, de entronque jerezano.
En la fachada de la casa en que nació en
Cádiz (calle Isabel La Católica nº 12) existe una lápida, con una figura
alegórica con la estética de la época, y su busto en bajorrelieve en bronce,
obra del escultor Juan Luis Vassallo. Pemán creció durante la Restauración.b
De niño, José María recibió educación
católica en el colegio del Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz4 (marianistas), orden que venía huyendo de
las leyes laicistas francesas y asentada
en Cádiz.c Como
alumno fue ejemplar, sacando un gran número de sobresalientes y notables, cómo
se puede ver en su expediente académico, que se encuentra en el Archivo
Histórico Provincial de Cádiz.
Por su bisoñez los marianistas no
disponían aún de centros asociativos postescolares (antiguos alumnos). Así
hacia su pubertad Pemán5 tuvo
un contacto decisivo con los jesuitas de la Residencia de Cádiz a través de la
congregación mariana de La Inmaculada y San Luis Gonzaga, conocida como Los
Luisesd (organizada
en Cádiz en 1906 por el P. Mariano Carlos S.J.) desarrollando allí las
aptitudes necesarias para devenir un «selecto», destinado a liderar en católico
la sociedad del futuro.e 6
La impronta que los hijos de Loyola dejaron en la conciencia
del joven Pemán pervivió en su vida y en su obra literaria. Hizo el servicio
militar en Cádiz, en el cuartel de artillería de La Bomba, junto al parque
Genovés.7 A
Sevilla irá a estudiar Derecho, carrera necesaria para todo joven con aspiraciones,
doctorándose en Madrid con la tesis Ensayo sobre las ideas
filosófico-jurídicas de La República de Platón (1921). Esta es la
única referencia curricular objetiva en su capital cultural. Durante dos años
trabajó como penalistaf pero
como auténtico hidalgo, humanista y ciudadano libre, su habitus social
le permitió decidir por sí mismo qué hacer, cómo y cuándo, sin obedecer más que
a las leyes civiles. Pemán debía seguir la trayectoria familiar: la política
liberal.
Pemán dispuso de su tiempo para cultivar
amistades, practicar devociones, leer, escribir, meditar y curiosear en la cosa pública.
La literatura y, sobre todo, la poesía eran ocupaciones de buen tono si se
estaba dotado para ellas. Pronto decidió con qué intereses debía identificarse.
Socio desde muy joven del Casino
Gaditano,8 de
la Sociedad de Tenis9 y
del Ateneo,10 huyó
de la bohemia, de la Residencia de Estudiantes, del malditismo y de círculos librepensadores.11 Contra
lo que dijese muchos años después algún paisano escritor bromista,12 Pemán
siguió una intención de conducta casta.
El acceso a la cultura para
un muchacho ávido no era un asunto fácil. El Índice de libros prohibidos por la
Iglesia católica estaba vigente y actualizado.13 Estaban
también los autores populares considerados impíos cuya mera tenencia suponía
grave pecado.g Por
higiene moral las bibliotecas de numerosas mansiones burguesas de Cádiz,
iniciadas durante las etapas ilustradas,h iban
siendo expurgadas por frailes amigos y confesores de familia, quienes a veces
revisaban en caridad los estantes y retiraban con unción los libros extranjeros
más perniciosos a cambio de productos de su huerta.i Limitado
en sus fuentes nutricias el acceso al conocimiento de lo menos bendito y de lo
maldito, limitado por el temor al pecado y carente de la libertad de conciencia
tan necesaria a la creatividad, la formación literaria de Pemán fue
autodidacta, insolidaria, constreñida y de un riguroso clasicismo español y
grecolatino. Mientras estudiaba la carrera de Leyes acudía a última hora de
cada tarde a la bien surtida biblioteca del Casino Gaditano. Allí,
en el regalo y delicia de aquellas horas que constituían la única evasión a su
disciplinada vida de estudio, se encontró con la Biblioteca de Autores Españoles de Rivadeneyra (71 volúmenes), que le
permitió acceder a los grandes clásicos. Hacia 1920 entra en contacto con el modernismo tardío gaditano y,
más tarde, con la poesía de Gabriel y Galán (1870-1905) y la poesía castellana.j No
fue más allá. Su primer poema conocido es el Nocturno a Margarita,
escrito a los 14 años y en el que cándidamente se cita a sí mismo.14 En
mayo de 1915 gana en Sevilla el Premio Reina Victoria con un poema a la Virgen
María "Postrado ante tu imagen bendecida", en versos endecasílabos.15 16
Su inicio literario fueron las justas
poéticas belle époque (juegos florales).k Obtuvo
el primer premio en su ciudad natal, cantando en su centenario al beato fray Diego José de Cádiz. En los Juegos Florales de Sanlúcar de Barrameda (agosto de 1922) en
los que fue mantenedor el patriarca del periodismo José Ortega Munilla, obtuvo la «flor natural»
con una composición titulada El Viático, que se hizo muy famosa y
con lo que comenzaría su carrera de escritor. Por estos méritos, a los 23 años
fue elegido académico de número de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz,17 en
la que leyó un discurso de ingreso sobre La poesía hispano-americana.
En 1924 comenzó a colaborar asiduamente en la Revista del Ateneo de Jerez de la
Frontera.18 Escribió
obras de tema costumbrista andaluz (De la vida sencilla, 1923;
Nuevas poesías, 1925; A la rueda, rueda, 1929; El barrio de Santa Cruz, 1931[71],
y otras muchas). Su estética pinturera a veces incidía en lo social.
Desde muy joven adquirió la costumbre de
enviar ejemplares dedicados de sus libros recién (auto)publicados a
personalidades que podían ayudarlo. De esta manera conoció a Ángel Herrera Oria, que le permitió escribir en El Debate.
Por esta época Pemán no era aún conocido dentro del ambiente literario
nacional. Su «ethos» le impedía aparecer en tertulias literarias más o menos
irreverentes o colaborar en revistas de poesía relevantes. En 1926 fue obviado
como uno de los suyos por sus compañeros de generación, en los actos de
homenaje a Góngoral 19 que
marcó a la llamada "generación del 27".
Heredó una "finca de recreo"
con viñedo en Jerez de la Frontera (el Cerro de
Santiago) adonde se retiraba a escribir. A los veinticinco años contrajo
matrimoniomcon
María del Carmen Domecq Rivero Núñez de Villavicencio y González,n de
familia prócer jerezana. Se conocieron, ella a lomos de un caballo blanco y él
a la grupa de un corcel «torcido y maltrecho».20 Era
un mozo gallardo, guapo, bien plantado, que llevaba una vida intensa y que
[tendría] muchos hijos.21
Firma de José María
Pemán
Con su mezcla de señorito de ciudad y
señorito de campo, el doctor Pemán adoraba el tono pastel de la «buena sociedad
antigua», simbolizada por el ideal de la «buena Iglesia antigua» y el «buen rey
antiguo». De la Monarquía admiraba la augusta quietud de la realeza y la
substancialidad elitista de la nobleza españolao y,
en particular, envidiaba su «poder social sobre el tiempo»; es decir, el poseer
y dominar todo lo «antiguo», las cosas presentes que pertenecen al pasado: la
Historia acumulada, atesorada, cristalizada, los refinados cultos religiosos,
los títulos de nobleza y nombres nobles, castillos, residencias históricas,
cuadros y colecciones, vinos añejos, las bibliotecas y muebles antiguos.22 Esta
fantasía estructural de su mente provinciana configuraría para siempre la
suerte de monarquismo palaciego esencial de Pemán.
A la muerte de su padre, el diputado
Juan Gualberto Pemán y Maestre en 1922, la prensa se hizo eco inmediato del
relevo natural, por lazo familiar, en su hijo José María, cuyas aptitudes para
la práctica política en la oligarquía liberal vigente había venido preparando
éste con todo cuidado. Pero un golpe de estado cambió abruptamente el destino
de Pemán.
Pemán entró desde joven a formar parte
de la Asociación Católica Nacional de
Propagandistas de Cádizp y,
en 1928, llegó ser su presidente.q Su
acendrado celo propagandista eclosionó vivamente: vio el cielo abierto. Empezó
a escribir y a hablar.23 Su
militancia religiosa parecía superar en un principio a su interés político.24Siempre
decía que no se consideraba un político aunque realmente, aun expresándose como
solía en el versátil "lenguaje del alma", se aprestase a un apoyo
apasionado al regeneracionismo pretendido por la Dictadura
de Miguel Primo de Rivera (1923-1929) y a su
régimen autoritario.
José María Pemán y su primo José Pemartín estaban emparentados con el
dictador y se constituyeron entre los principales propulsores de la doctrina
oficial de la Dictadura. Inspirados en las lecturas fascistizantes de la
época, elaboraron todo un canon patriótico, católico ortodoxo y antiliberal que
fue propagado con profusión a través de las páginas de 'La Nación', el diario oficioso de la
dictadura, Unión Patriótica, la revista quincenal del partido único
creado por Primo de Rivera, y de sus propios libros apologéticos.25 Pemán
creía que la Unión Patriótica (UP) era una fachada democrática necesaria
para que la dictadura monárquica no se convirtiera en despotismo. Aquel avisado
joven moreno dejó sentado su paradigma del contubernio, que
agobiaría en lo sucesivo a él y a toda la derecha española: aquel mundo se
dividía en "alianzas nacionales y alianzas extranjeras (soviéticas)".
Sometido al ímpetu de los continuos
vaivenes de entusiasmos del Régimen, Pemán tuvo ocasión de practicar en
escenarios encomiásticos y ejercitarse cumplidamente en la oratoria
ditirámbica. El 11 de octubre de 1927 fue elegido secretario de la Asamblea Nacional Consultiva primorriverista
y, un poco antes,26fue
confirmado como Jefe Local de Unión Patriótica en Cádiz, con lo que se
convirtió en uno de los principales poderes fácticos de la región.
Desde su cargo político Pemán fue uno de
los máximos responsables de que el viejo cacicazgo persistiese en la provincia
de Cádiz.27 En
este sentido, tras ser obligado a dimitir de presidente de UP de Cádiz el
cacique gaditano Luciano Bueno Sáenz, Pemán ocupó su puesto y recomendó a Ramón de Carranza y Fernández de la
Reguera (marqués de Villapesadilla) para su designación como alcalde de Cádiz en 1927.
Pemán solía repetir que él no era
activista político y, por ende, no actuaba en nombre de ningún partido político.
Hacia el final de la Dictadura el
asambleísta de UP era ya un personaje público consolidado que aparecía con
mucha frecuencia en la prensa nacional.
La devoción que Pemán sentía por la
Monarquía y Alfonso XIII se acrecentó aún más cuando
Palacio tuvo la condescendencia de nombrarlo Gentilhombre de cámara con ejercicio a
propuesta de la Real Academia Hispano Americana de Cádiz, presidida por Pelayo Quintero Atauri.r Con
el advenimiento de la Segunda República Española, el 14 de abril de 1931, dicho
cargo fue suprimido. Había en aquel momento 520 Gentileshombres de Cámara con
ejercicio en activo. Pemán nunca más se refirió a este cargo cortesano y
palaciego. Por la misma época, en atención a sus méritos y cumpliendo a
satisfacción los requisitos exigidos,s fue
armado caballero y tomó el hábito de la Orden de Montesat en
la iglesia madrileña de la Concepción Real de Calatrava por Real
Decreto de 1 de agosto de 1927, concediéndosele Merced de Hábito de Caballero.
Más tarde, envió al rey un libro suyo dedicado que despertó la curiosidad del
monarca.u
En su declive parece que el dictador
Primo de Rivera le había ofrecido sucesivamente los cargos políticos de
director general de lo Contencioso, de Bellas Artes y el Ministerio de
Instrucción Pública.28 Ofertas
estas a las que intuitivamente Pemán se mostró elusivo.
Los felices años 20 terminaron con el crash financiero global
de 1929. La ideología liberal clásica quedó totalmente desprestigiada; la
autodestrucción del capitalismo pronosticada por Marx parecía
que se confirmaba. En los principales países industriales la depresión más
profunda y prolongada jamás experimentada por el sistema capitalista había
dislocado las viejas pautas políticas y dado lugar a poderosos movimientos
nuevos, tanto reformistas como fascistas.
De acuerdo con la marcha de los tiempos, aquel joven propagandista recién
doctorado en las ideas de Platón y Menéndez Pelayo y, por extensión,
toda aquella gente que él frecuentaba, de muy subida nobleza y gran calidad
espiritual reaccionaron, de manera natural, hacia unos parámetros de clase de
la derecha más radical, nacionalista, autoritaria y corporativista.
A la caída de Primo de Rivera, Pemán se
mostró inquieto por su futuro político. En aquel año 1930, de derrumbe
inmediato, no se sabía hasta qué punto se pedirían responsabilidades a los
colaboracionistas del antiguo régimen.v 29 Con
la llegada de la República, y tras una primera desorientación de los que habían
colaborado con la monarquía, vino su reagrupamiento en Unión Monárquica Nacional, bajo la
jefatura del conde de Guadalhorce, en la que se integraron Ramiro de Maeztu,
los ex-ministros José Calvo Sotelo y Antonio Goicoechea Coscolluela, José Antonio Primo de Rivera y José
Mª Pemán entre otros. De hecho, Calvo Sotelo y Guadalhorce permanecieron huidos
en el exilio hasta 1934.
El prestigio de Pemán decayó en Cádiz.
Durante la etapa anterior había sido designado presidente del Ateneo Gaditano
desde 1927, pero en 1930 fue cesado como reacción antiprimorriverista.30 A
principios de 1931 llegó a ser expulsado del salón por el público joven en una
lectura poética de Rafael Alberti en el Ateneo de Cádiz.w A
los pocos días se proclamó la República. Desde el periódico gaditano La
Informaciónx había
defendido su paradigma ideológico antiliberal y antiigualitario, construido
sobre el tetralema «Familia, Patria, Religión y Monarquía». Posteriormente
empezó a cultivar el periodismo político a mayor escala, escribiendo primero en El Debate y
luego en el ABC. Pemán se incorpora al partido
derechista gaditano Acción Ciudadana (AC).y
La Ley de Defensa de la República, vigente
desde el 21 de octubre de 1931 vigilaba y castigaba "la difusión de
noticias que puedan quebrantar el crédito o perturbar la paz o el orden
público; toda acción o expresión que redunde en menosprecio de las
Instituciones u organismos del Estado; y también la apología del régimen
monárquico o de las personas en que se pretenda vincular su
representación". En su artículo “Cuando quemaron la República” publicado
en La Información el día 12 de mayo de 1933 Pemán infringió esta ley y fue
multado con 500 ptas. por el Gobernador Civil de Cádiz.
Pemán sentía que su inversión en
política se arruinaba; la caída de la Monarquía le suponía el primer paso en la
temida prospectiva de la conjura extranjera judeo-masónica-bolchevique
diseñada para apoderarse de España.z
Pero por aquellos días la gente
acomodada hablaba de otras cosas. Se retiraron de los bancos más del 15 %
de los depósitos y se produjo una evasión de capitales31 y
un drástico descenso de las inversiones y de los créditos por el miedo a las torvas
masas y al oscuro presentimiento de una revolución con reajustes en la
propiedad privada. El cardenal Segura (Primado
de España) aconsejaba fingir la venta de los bienes de la Iglesia, conseguir un
acuerdo con los bancos extranjeros y poner el capital en títulos de la Deuda
Pública de Francia, Suiza e Inglaterra.aa He
aquí de nuevo el paradigma de la España y la anti-España: la España hermosa,
nacional, católica, una, social, espiritual, de un lado, y la anti-España fea,
internacional, irreligiosa, secesionista, antisocial, materialista, de otro.
Pemán, convertido por la necesidad en ultramontano, se dejó arrastrar por la
pasión. Emerge en la escena política como un pugnaz mitinero antirrepublicano,
monárquico y contra-revolucionario.
Hasta tal punto, que el filósofo José Ortega y Gasset lo llegó a calificar
como "ese pululante señor Pemán".ab 32
Como buen ex-primorriverista desahogado
insistía en su carácter apolítico ya que, alegaba, proclamándose inhabilitado
para ejercer cargos públicos acudía a las reuniones de la derecha sólo cuando
lo llamaban.
En agosto de 1932 se produjo el fallido
golpe de Estado conocido como la Sanjurjada.
A pesar de que la policía conocía su activismo "de afirmación
derechista", la complicidad de Pemán no pudo probarse aunque, desde luego,
él huyera a Gibraltar:
En represalia las autoridades
republicanas procedieron de forma preferente contra la aristocracia monárquica:
145 jefes y oficiales fueron detenidos y deportados a Villa Cisneros en
la colonia española del Sahara Occidental, como se había hecho con 104
libertarios unos meses antes con motivo de la insurrección anarquista del Alto
Llobregat. Sus más destacados órganos de prensa, el diario ABC y la revista Acción Española fueron suspendidos.
Muchas sedes políticas y culturales fueron clausuradas. Las propiedades de la
nobleza "grande de España" (acusada de financiar el golpe) fueron
expropiadas sin indemnización de sus tierras por una ley aprobada por el Parlamento.
Pemán salió una vez más indemne incluso a pesar de que difundiera unos
provocativos "Salmos a los mártires del 10 de agosto".33 En
el primer aniversario de la gesta publicó otro artículo provocador,
"Quijotes y Galeotes" alabando a elementos de la clase alta convicta
y humillada en Villa Cisneros.34
Tras unos meses de sede vacante, en
agosto de 1931 fue elegido Presidente del Ateneo de Cádiz el alcalde de la
República Enrique Álvarez López,ac ad pero
por poco tiempo ya que en junio de 1932 hubo de abandonar voluntariamente la
alcaldía, la dirección del Instituto de Segunda Enseñanza "Columela"
y la presidencia del Ateneo al trasladarse por concurso-oposición al Instituto
"Cervantes" de Madrid, de donde era natural.ae Pero
el control del saber institucional y la cultura (Patrimonio Artístico,af Reales
Academias, Ateneos, Universidad) tenía mucho atractivo emocional y político
para Pemán. En julio de 1932 opta democráticamente a la presidencia del Ateneo
Gaditano. Su candidatura única fue aceptada en segunda votación y por 32 votos
contra 31. Al poco tiempo invitó a su amigo Eugenio D'Ors a
que impartiese un ciclo de conferencias en Cádiz.ag Mantuvo
férreo control de esta y otras instituciones culturales hasta su muerte. El
estreno por aquellos días de su comedia de santos en verso El divino impaciente en el teatro
Beatriz de Madrid (1933) obtuvo un éxito político tan apoteósico como el de
"Electra" de Pérez Galdós (1901),35 El hombre deshabitado de Rafael Alberti (1931),ah o
el A.M.D.G. de Ramón Pérez de Ayala (1931).36 Esta
obra lanzó a Pemán al estrellato de la fama literaria.
Otro hito importante en la vida de Pemán
fue su adscripción a la Sociedad Cultural y a la revista "Acción Española", inspiradas en su
homónimo francés, fundadas ambas con el patrocinio de la aristocracia bajo la
advocación de la Cruz de Santiago y convertidas en auténtico vivero de
ideólogos derechistas, activos y conceptivos.ai 37 38 La
revista se definiría como "partidaria del mando único, de la
tradición, de la autoridad, de la organización corporativa y enemiga del
parlamentarismo demo-liberal".39 Uno
de los primeros actos celebrados en los locales de Acción Española, fue una
conferencia de Pemán sobre "La traición de los intelectuales",
incidiendo en uno de sus tópicos favoritos: los falsos intelectuales. La
República era contemplada por estos sectores aristocráticos como el resultado
de la liberación vengativa de los resentimientos pequeño-burgueses de una clase
media intelectual de vida oscura y pobre que, de pronto, se veía en lugar de
los antiguos amos.
Pero la necesidad obligaba y, tras el
largo período de somnolencia intelectual, la nobleza española se decidía, no ya
a financiar, sino a participar en una empresa de carácter cultural e
ideológico. José María Pemán, en tono encomiástico, se congratulaba de aquel
noble despertar a la cultura de sus nobles conmilitones.
Pemán estaba con la "derecha
delicada", del lado de los que proclamaban que la República no era bautizable.
Con una frase Pemán había sentado cátedra de intransigencia teológica sobre la
convivencia con la legitimidad republicana.
Por lo que muchos de aquellos caballeros
nunca estuvieron de acuerdo con la estrategia posibilistaaj de Herrera Oria, aunque éste hablara con la voz
del Papa.
Estaban hechos de otra pasta y añoraban el elitismo de la Monarquía perdida
pensando tal vez como Mme. de Sévigné.
Como otros intelectuales de "Acción Española", Pemán estuvo
influenciado por Menéndez Pelayo,40 mosèn Joan Tusquets41 y Mauricio Carlavilla. Pero los reaccionarios
españoles debieron beber en las fuentes ideológicas extranjeras: sólo las grandes
potencias producían ideología.42 Entre
los ideólogos europeos tuvieron gran predicamento Emmanuel Malynski, Pierre Drieu La Rochelle, Édouard Drumont, Jacques Maritain, Pío XI, Pierre Gaxotte, Léon de Poncins, Nikolái Berdiáyev, Charles Maurras y
Sir Charles Petrie.43 44
En enero de 1933 Pemán funda con otros Renovación Española, un partido político
defensor de la restauración de Alfonso XIII (del que serían líderes Antonio Goicoechea y José Calvo Sotelo), con apoyos importantes
entre la aristocracia y el caciquismo rural. Tanto sus pensadores como sus
hombres de acción orientarían sus esfuerzos hacia un mismo objetivo: el derribo
del régimen republicano plebeyo y la construcción de un nuevo orden político
católico (monarquía autoritaria) modulando para ello el mismo modus
operandi del canciller Engelbert Dollfuss de Austria. La
ofuscación ideológica los había convertido en disidentes. Este partido
integrista se separó de Acción Popular (partido
católico accidentalista liderado por Gil Robles y Ángel Herrera Oria) y tuvo un desairado maniobrar
político en el seno de la derecha terminando con un apoyo económico a Falange Española (pacto del Escorial,
agosto de 1933 y 1934) cuyos componentes más tarde actuarían como eficientes
represores paramilitares. En un multitudinario banquete-homenaje que le
tributaron sus amigos de Acción Española en el Hotel Ritz en febrero de 193345 Eugenio Vegas Latapie entre otros muchos
elogios expresó un sentir común: "la derecha esperaba mucho de
Pemán".
El 8 de diciembre de 1934 Pemán firma su
adhesión al Bloque Nacional de los partidos más a la derecha,
una alianza inquieta basada en su comunidad de intereses y dirigida hacia la
metafísica militar. A finales de 1935 aparecieron sus famosas «Cartas a un
escéptico en materia de formas de gobierno» en las que reprueba tanto a la
monarquía liberal y parlamentaria como al accidentalismo que propugnaba la
CEDA.
La opinión que merecía a Pemán la
democracia parlamentaria liberal era muy ligera.46
Sin embargo se interesó por el escaño
parlamentario democrático presentándose a diputado por Badajoz (1931)
y por Cádiz (1933),ak obteniendo
escaño, sueldo e inmunidad en la segunda oportunidad, como monárquico
independiente en la minoría de Acción Popular.47 En
su revista se recomendaba con cierto cinismo.
Pemán se inició, pues, al
parlamentarismo democrático durante el llamado bienio negro republicano,
de mayoría derechista.48
Ramiro de Maeztu lo
había glorificado de manera rotunda como «El máximo orador de las Españas». No
en balde Pemán se había formado en la disciplinada escuela del P. Ayala S.J.
Para Dionisio Ridruejo:49
El único discurso parlamentario de Pemán
consistió en una defensa de la famosa ley de amnistía (abril de 1934)
intencionadamente promocionada por la derecha, cuya aprobación perdonó, entre
otros, al financiero José Lázaro Galdiano o al golpista José Sanjurjo y
propició el ansiado regreso del exilio de José Calvo Sotelo y su incorporación a las
Cortes. Para la que hubo de enfrentarse dialécticamente, con poco brillo, a Indalecio Prieto,
tachándolo de masón.al am No
estuvo adscrito a ninguna Comisión Permanente de las Cortes. No en balde Pemán
mencionaba despectivamente la elocuencia del pueblo llano
Pasado el tiempo Pemán constataría un
cierto recelo por parte de Serrano Suñer y
de Unamuno por
envidia a su éxito oratorio en otras instancias.50
Las Cortes Constituyentes españolas
reconocieron el 9 de diciembre de 1931 el derecho al voto de
la mujer. La primera vez que pudo ejercerse fue en las elecciones generales de
noviembre de 1933. Pemán fundó y dirigió la revista especializada Ellas
(semanario de las mujeres españolas) que apareció el 29 de mayo de
1932.51 Criticada
como "católica, fascista y antisemita",52 la
revista fue lanzada para captar para la derecha el voto del nuevo estamento
electoral (femenino), considerado poco maduro. La mayor parte de sus redactores
procedían de "Acción Española" (Honorio Maura Gamazo, Armando Palacio Valdés, Conde de Vallellano, Víctor Pradera, Marqués de Lozoya, Pedro Sainz Rodríguez, Joaquín Arrarás, Luis Araújo-Costa entre
otros).
Incorporó al equipo de redacción un
importante elenco de ilustres damas colaboradoras procedentes de todo el espectro
de la derecha: desde Cristina de Arteaga y Falguera, hija del Duque del Infantado hasta Rosa Urraca Pastor, musa del Tradicionalismo; pasando por Pilar Careaga primera mujer ingeniero o la
publicista Blanca de los Ríos. Pero en realidad Pemán las
arengaba.
Pemán decía a voces a sus lectoras lo
que musitaba a sus lectores. En el editorial del 12 de marzo de 1933 Pemán
concluye pidiendo a la mujer ayuda para la implantación en España del fascismo
(italiano) porque en él encontrará su asiento el feminismo [...] "No
elegiréis los gobiernos con vuestros votos, pero predestinaréis con vuestra
simpatía a los jefes nacionales".
La revista tuvo poco impacto con escasa
publicidad. Regalaba a sus nuevos subscriptores un ejemplar del "Divino
Impaciente". Duró hasta mayo de 1936.53Adquirió
mucho renombre la página de cocina a cargo de Teodoro Bardají.
Pemán había contenido su cólera hasta la
muerte violenta de Calvo Sotelo: "España tiene desde ayer un
mártir [...]. De esto no hay nada que decir. ¡Hay mucho que hacer! ¡Y por Dios
y por Santiago que se hará!"an Sobrevino
poco después el golpe militar de julio de 1936. Pemán, que
se sabía resguardado en el campo, se puso desde un primer momento a las órdenes
del comandante insurrecto marqués de Casa Arizón, que sería conocido más tarde
como "el salvador de Jerez".54 ao
Desde el inicio de la Guerra Civil española Pemán fue
consecuente con sus ideas y se comprometió apasionadamente con los golpistas,
como tantos otros autores reconocidos (Unamuno,
que pronto se arrepintió de ello, Marquina, Benavente, Azorín, Baroja, Manuel Machado, Juan Tusquets, Gerardo Diego, Pérez de Ayala,
etc.).55 Como
propagandista, se cree que Pemán inspiró dos expresiones del bando sublevado:
«Cruzada» y «Movimiento Nacional».56 Desde
un principio Pemán adquirió el sobrenombre de «Poeta alférez, que
siente, canta y vive la nueva Epopeya Nacional».57 58
Existen pocas evidencias
historiográficas sobre los pasos de Pemán en aquellos días de represión
"en caliente".ap Se
sabe que el mismo 24 de julio de 1936, emulando al general-locutor Gonzalo Queipo de Llano, desde las ondas
de Radio Jerez arengó:
«La idea de turno o
juego político, ha sido sustituida para siempre, por la idea de exterminio y
expulsión, única salida válida frente a un enemigo que está haciendo de España
un destrozo como jamás en la historia nos lo causó ninguna nación
extranjera ».59
En un intento de calmarlos, impartía
doctrina fascista a
los obreros de Jerez de la Frontera en sus alocuciones radiadas:
«Obreros que me
escucháis en cualquier parte: vamos a hablar un momento con el corazón en la
mano [...]. Yo creo que estáis sentados frente a frente de mí a esta mesa. ¿Qué
tomamos? [...]. Para salvaros de todo esto ha venido el Movimiento Nacional
que, por serlo, es movimiento popular, ni de izquierdas ni de derechas, porque
quiere que ambos se unan al Movimiento y le sostengan. Hay que
unir estos dos frentes, lo nacional y lo social para obtener el equilibrio».60
Defensor católico del orden y del
caudillaje, el calvosotelista Pemán se comportaría como un falangista:
«mitad poeta, mitad monje». Convertido en misionero de la nueva
situación, estaba convencido de que la guerra que comenzaba no era más que «el
choque de dos entusiasmos». Se haría acreedor a la victoria el que mejor
canalizara el entusiasmo de su bando.61 Provisto
de un considerable capital simbólico (prestigio, reputación) adquirido durante
sus años mozos, Pemán se convirtió enseguida en el bardo de lo
que se vino en llamar el Alzamiento Nacional,62 en
su respetado legitimador y en el fomentador de entusiasmos a través de su
encendido verbo (“príncipe de la elocuencia castellana” que causaba admiración
por el “galope desbocado de su bético potro verbal”), su poesía de guerra o su
prosa soberbia. A pesar de su fineza y su clase, a veces dejaba traslucir
ciertos posos sombríos de su conciencia.
Pemán empezó a pulular en actos de
exaltación religiosa y patriótica con arengas y discursos, recorriendo aquí y
allá las zonas reconquistadas por los sublevados; debido a la precariedad
logística de éstos se desplazó en ocasiones por su cuenta en el
"Rolls" de su pariente el sportman jerezano José Domecq de la Riva,
apodado "Pepe Pantera",63 un
enamorado de la velocidad que lo acompañaba gustoso como chófer.64 65 Desde
el comienzo de la guerra acompañó como orador habitual al general Queipo de Llano en sus rondas por la
Andalucía "liberada".aq Tras
el acto religioso el general y sus amigos solían enardecer a las gentes de la población
con sendas alocuciones patrióticas cívico-militares. Pemán pronunciaba siempre
la misma arenga.
Como ejemplo sorprendente de su
plasticidad literaria, citamos el Romancero carlista (serie de
poemas que Pemán publicó en un álbum con el título de Por Dios, por la
patria y el rey,66 con
ilustraciones de Carlos Sáenz de Tejada),67 a
pesar de su proclamada militancia monárquica alfonsina.
Bajo la dirección de Eugenio D'Ors formaban
una plana mayor de alegres poetas de guerra, radicada en el Hotel Londres de
Burgos; escribían colectivamente con seudónimo para las trincheras (v.gr.
sargento de morteros José R. Camachoar )
y estaban dispuestos para acudir allí donde fueran requeridos por Propaganda: Luis Rosales, Agustín de Foxá (conde de Foxá y marqués
de Armendáriz), José María Pemán, Manuel Machado, Dionisio
Ridruejo, Luis Felipe Vivanco y algunos otros.as
Acusado de cultivar una poesía «impura»
por su carga folclórica, política o religiosa, él la calificaba de pura y
"objetiva". No era moderna, como la que hacían sus coetáneos de la Generación del 27. Tampoco "social".
Abusaba del romance y empleaba una métrica clásica y tradicional "porque
el pueblo es también eternamente clásico".68 Tenía
un propósito: neutralizar a los falsos intelectuales,69 desmontar
el torvo empeño laico de la República y construir la España del futuro, mirando
hacia atrás.
Pemán fue un entusiasta reportero de
guerra destacando junto a El Tebib Arrumi (Víctor Ruiz Albéniz) y al que después fuera
famoso locutor de radio, el chileno Bobby Deglané.70 En
el culmen de su carisma, al comienzo de la guerra había sido elegido por Franco
(23 de octubre de 1936) para la "simpática misión" de anunciar a las
Españas la inminente conquista de Madrid.71 Tras
la entrega se dirigió una vez más por Unión Radio a los madrileños tras los
coroneles Losas Camaña (que se había convertido en alcalde) y Joaquín Ríos Capapé. Su encendida narración de
la entrada en Madrid de las fuerzas franquistas la recogió en tres artículos que
se publicaron en una cadena de diarios de España y América y fueron luego
reunidos en un folleto titulado Historia de tres días.72
Dependiente de Nicolás Franco,
fue nombrado presidente de la Comisión de Cultura y Enseñanza de la Junta Técnica del Estado (1–10–1936/29–1–1938)
con sede en Burgos, ayudado por el pediatra Enrique Suñer Ordóñez73 como
vicepresidente, por el auditor de guerra Eugenio Vegas Latapie74 como
secretario y como consiliario, por el influyente catequista P. Juan Tusquets.75
En Burgos,
Pemán desempeñó un papel destacado en la definición y eliminación de lo que
consideraron la «Anti-España».at Se
empezó por la depuración del personal funcionarial docente.76 Pemán
pretendió una depuración punitiva y preventiva y lo consiguió.77 Pemán
y su grupo establecieron los cimientos del sistema educativo nacional-católico.
A la imposición ideológica de los textos se añadió la expansión de un
importante negocio editorial de capital católico en su mayoría (Edelvives,
Bruño, SM, Edebé, Lumen, Santillana y otros).
Aunque Pemán tendió a autoexculparse 17
años más tarde,78 la
actuación de este equipo (monárquicos del grupo de Acción Española) fue sumamente eficaz: entre
15.000 y 16.000 sancionados, de los que 6.000 maestros fueron separados
definitivamente de la enseñanza, 3.000 fueron suspendidos de empleo y sueldo y
alrededor de 6.000 perdieron su plaza al ser trasladados forzosamente de su
localidad.79 Se
puede estimar que, aproximadamente, un tercio de los catedráticos de
Universidad fueron represaliados.80
Pemán fue también responsable, durante
cuatro meses, de la Oficina de Prensa y Propaganda.81 Los
libros en general fueron clasificados como buenos o malos y éstos expurgados.au La
enseñanza de la Historia como vía de transmisión de valores fue uno de los
pilares de la escuela del franquismo, y motivo de exilio de muchos maestros.82 Aunque
tuvo el pudor de no optar a ninguna cátedra universitaria, en 1942 Pemán fue
presidente del tribunal de oposiciones a catedráticos de Instituto de Historia
de España.83
José María Pemán publicó una Historia de
España para párvulos dedicada “al generalísimo Franco, entregándole esta
historia sencilla y aniñada”.84
La Historia oficial más conocida es la
monumental "Historia de la Cruzada Española", obra canónica de la
propaganda franquista sobre la Guerra Civil en la que participaron Joaquín Arrarás, José María Pemán y la
dirección artística del dibujante y pintor carlista Carlos Sáenz de Tejada.
Las otras fuerzas políticas que apoyaban
el "Alzamiento", como los monárquicos de Renovación Española o los católicos de la CEDA, fueron
"toleradas" pero no reconocidas. Al no aportar prácticamente
combatientes, apenas tuvieron influencia, se dispersaron y fueron completamente
marginadas (como le sucedió al líder de la CEDA José María Gil Robles y al de Renovación Española Antonio Goicoechea85 ).
Disuelto por Franco el partido Renovación Española, sus componentes se
reagruparon en un influyente grupo "Acción Española" cuyo líder era
Pemán como último presidente que fue de la revista, quien al parecer dio su
conformidad a Franco con los términos del Decreto de Unificación que estaba
preparando y se integró con su grupo en FET de las JONS. Así valiosos
contingentes monárquicos alfonsinos y otros de la CEDA, que no habían tenido
milicias (paramilitares) y que habían quedado dispersos por la guerra,
ingresaron colectivamente en el nuevo conglomerado por invitación expresa de
Franco (tuvieron, por tanto, la misma condición de “militantes” que los de
Comunión Tradicionalista y Falange). Según Pemán, tal mezcla no era otra cosa
que
“Un reflejo de lo que
moral y espiritualmente venía realizándose desde hacía cinco años en las
páginas de su revista [Acción Española] y en los actos culturales de su
Sociedad, donde en la formación de unos unánimes pensamientos
contrarrevolucionarios colaboraban siempre juntos los hombres de todas las
tendencias que ahora se juntan y se estrechan”.86
A imitación de Mussolini, en octubre de 1937 Franco creó el Consejo Nacional de FET y de las JONS. La
lista de los cincuenta consejeros juramentados comienza por Pilar Primo de Rivera (condesa del Castillo de la Mota), Tomás Domínguez Arévalo (conde de Rodezno),
el general Gonzalo Queipo de Llano (marqués de
Queipo de Llano) y José María Pemán.87
Tras el solemne juramento personal
prestado a Franco ante un crucifijo de marfil
incautado a profanadores del Ejército republicano, Pemán quedó convertido
oficialmente en un jerarca del Glorioso Movimiento Nacional,
en la cúpula del nuevo régimen totalitario nacional-sindicalista.av
Considerado por todos como «el ingenio
del Régimen»,88 Pemán
aparentaba, sin descuidar su producción literaria, desenvolverse como un esteta
despistado o aturdido, perplejo ante los entusiasmos que despertaba y
arrastrado, malgré lui, por la vorágine política que asumió. En
toda la zona sublevada proliferaron asociaciones pemanistas compuestas sobre
todo por damas de la buena sociedad que acudían a sus estrenos.aw 89 Pemán
solía presumir de la situación privilegiada de algunas de sus crónicas de
guerra.
Nunca luchó en los frentes. Pemán
superaba a los demás en los ceremoniales, las liturgias y otros rituales de
guerra donde la puesta en escena estaba a medio camino entre lo religioso y lo
militar. Todo con un objetivo estético-político muy claro: electrizar al
auditorio. Nombrado Alférez Provisional Honorífico,ax lo
que más gustó a Pemán durante esta época fue el turismo de guerra:
recorrer los frentes y pronunciar discursos, visitar a los generales en sus
puestos de mando,90pasearse
con uniforme militar o de Falange por las ciudades de la retaguardia, dar
conferencias o alternar en los hospitales con heridos y enfermeras.91 87
En mayo de 1938 viajó a Roma junto a Millán Astray.ay A
su vuelta, en el barco escribió un artículo titulado "Esto os traigo de la
Fuente misma...",92 az
En palabras de Carmen, su mujer, durante
la guerra, en un año, y en repetidas permanencias, sólo estuvo dos meses en
casa.93 Según
él mismo declarará más tarde en su «Confesión General»: «...y yo creí
entender cuál tenía que ser mi parte de esclavitud y de responsabilidad. Había
pasado la hora de las crónicas ligeras y de los romances cortos. Yo creí
entender que había llegado la hora de intentar un poema épico…».94
En 1938 Jerarquía, «la
revista negra de Falange», dirigida por el P. Fermín Yzurdiaga, publicó en Zaragoza su
monumental Poema de la Bestia y el Ángel.95 La
redacción de este largo poema, lleno de alegorías, le llevó un año entero. En
la introducción el autor se compara a sí mismo con Cellini y Goethe.96 El Poema
de la Bestia y el Ángel llegó a ser considerado como el paradigma
épico de la Nueva España y de la Cruzada. Pemán se eleva a la literatura apocalíptica.97 En
el primer canto hay una "Visión del octavo candelero" en
el que la Iglesia española (el octavo candelero) estaba en peligro de
extinción. Intentaba plasmar la idea de que el Padre Eterno miraba con especial
complacencia las cosas de España.98 No
faltaron evidencias eclesiásticas que parecían confirmarlo con aplomo. Pemán
desarrolla su providencialismo histórico: la Bestia, simbolizada
por un blindado (ruso), pelea con el Ángel, un joven soldado, analfabeto,
aragonés y cristiano de 16 años. La Bestia muere.
Por aquellos días un literato, entonces
joven, escribió de Pemán lo que sigue: «No creo que poeta contemporáneo
alguno haya visto más diáfanamente el ser y el sentir de la poesía».99
Un historiador católico, que se sabía de
memoria el poema, no acertaba a explicarse a posteriori el por qué "los
rojos" jamás citan a Pemán ni mucho menos su poema.100 Esta
obra trajo las peores consecuencias para la memoria de Pemán, particularmente
por su antisemitismo.101 Pemán
colabora también con los departamentos de propaganda de Falange en
cuantas ocasiones fue requerida su pluma. Para justificar la presencia de
tropas moras junto con las de Francisco Franco Pemán se remontó al medievo y
escribió el artículo «Los moros amigos» en el que reconsideró la invasión
islámica de la Península Ibérica como algo positivo, porque permitió que España
tuviera el papel de «guardianes de la cultura clásica». Al muy popular por
entonces Rodrigo Díaz de Vivar Pemán lo ascendió
simbólicamente a ≪capitán de Regulares Indígenas≫.102
Aunque no destacó como orador
parlamentario, Pemán pronunció centenares de discursos políticos, académicos,
panegíricos y de circunstancias. Como ejemplo de los excesos de entusiasmo
suscitados por su oratoria se cita el incidente del 12 de octubre de 1936
cuando se conmemoraba en el paraninfo de la Universidad de Salamanca el Día de la Raza.
Pemán asistía invitado por el Rector Miguel de
Unamuno, cuyo Claustro precisamente un mes antes había suscrito urbi
et orbi un ardoroso "Mensaje a las Academias y
Universidades del mundo acerca de la Guerra Civil española" donde
se justificaba el alzamiento y se condenaba a la República, solicitando
solidaridad y apoyo internacionales.103 Inopinadamente
Unamuno se levantó y pronunció sus célebres airadas palabras donde al «Venceréis, pero no convenceréis, venceréis
porque tenéis la fuerza pero no convenceréis porque os falta la razón» del
rector de la Universidad replicó el tuerto y manco general Millán Astray,
por entonces a punto de hacerse cargo de la propaganda de Franco, con un «¡Mueran
los intelectuales!». Según la versión posterior de Pemán, Millán realmente
dijo «¡Mueran los falsos intelectuales traidores, señores!».104 Destituido
y recluido en su casa, Unamuno murió al poco tiempo.
Hugh Thomas cita
que al final de otro discurso en Sevilla Pemán llamó a Gonzalo Queipo de Llano «la segunda
Giralda».105
En su afán propagandístico comprometió
el carisma del músico gaditano Manuel de Falla, quien se avino a adaptar
el "Canto de los Almogávares", de Los Pirineos de Felipe Pedrell,
a su "Poema de la Guerra" como un Himno Marcial (para
voz, piano y tambor) dedicado al ejército del generalísimo Franco.106 107
Poco reconocido en el extranjero, en el
lado republicano no dejaron de cuestionar el estro poético de Pemán.
Terminada la guerra, Pemán se entregó a
la serenidad. Momento era llegado de homenajes. Compuso un "Soneto a José
Antonio" en una corona junto a otros poetas significados en un volumen
primoroso108 Él
mismo recibió un homenaje literario por su liderazgo poético de guerra en el
libro Antología Poética del Alzamiento (1936-39), que le fue
dedicado.109
El 17 de julio de 1939 la ciudad de
Cádiz y la Sociedad Gaditana de Fomento, con su Ayuntamiento al frente, le
tributaron un homenaje clamoroso como uno de sus hijos más preclaros.
Inmortalizados quedaron en el bronce del escultor Vassallo la cabeza [72], las manos y el lugar
del nacimiento del vate. Por la tarde en el Gran Teatro
Falla110 fue
el homenaje nacional; cuarenta jóvenes hermosas procedentes de todas las
provincias de España le hicieron entrega cada una de un artístico pergamino
dedicado.ba
En 1943 José María Pemán decidió donar
una nueva imagen de la Virgen a la Hermandad del Nazareno de Santa María de
Cádiz que había quedado destruida en 1936.bb Pemán,
muy vinculado a la Cofradía (de la que fue su Prioste desde 1931 a 1981),
encargó al también gaditano escultor Juan Luis Vassallo la hechura de la nueva
Dolorosa, que se conserva hasta nuestros días. Su afición al carnaval gaditano ("Las viejas
ricas", "La Viudita Naviera"), la forja de tópicos como el de
Lola la Piconera ("Cuando las Cortes de Cádiz") o "Señorita del
mar" (1934), su mito como Gloria de las letras, y su apego a las
tradiciones de Cádiz le convirtieron en un héroe local.111
Recién iniciado el golpe de estado Pemán
fue nombrado para un cargo administrativo relacionado con la cultura académica,
Presidente de la Junta de Conservación del Tesoro Artístico.112 Tras
la extrañación administrativa del anciano arqueólogo Pelayo Quinterobc a Tetuán puede
decirse que el aparato cultural del Cádiz nacional ya dependió por entero de
los hermanos Pemán y de Augusto Conte Lacavebd concuñado
de José María.
Había fallecido dos meses antes Emilio Cotarelo,
miembro de número de la Academia de la Lengua. Movido tanto por el
espíritu activista ACdeP como por su ambición literaria, el ahora famoso
dramaturgo Pemán actuó rápidamente y, recabando apoyos aquí y allá (incluso de Manuel Azaña)
el 6 de marzo de 1936 se postuló, en candidatura única, para cubrir la vacante
de miembro de número. La Academia le aceptó el 26 de marzo de 1936. La guerra
paró su ingreso. Pero siendo Pemán ministro (presidente de la Comisión de
Educación y Cultura), Franco se propuso controlar desde Salamanca el
apagón cultural de cara al exterior, agrupando a los escasos académicos
residentes en la zona fascista. Surgió de la fantasía de Eugeni D’Ors la
idea de crear un "senado de la cultura nacional", organismo en el
que, reunidas todas las Academias, se pudieran realizar sesiones más o menos
espectaculares con un ritual fastuoso y simbólico. Con tal fin por decreto de
Franco de 1 de enero de 1938 se funda el Instituto de España.be En
su virtud los académicos dispersos favorables debían reingresar prestando un
extraño juramento preceptivo.bf El
director legítimo de la Academia de la Lengua había sido Menéndez Pidal,
quien había huido del Madrid republicano por miedo a represalias izquierdistas.
Aunque éste no había sido perseguido por los sublevados, Franco no logra
invitarlo, como sí hizo con Pío Baroja,
y en el artículo 9º del decreto designa a Pemán como su director accidental aun
sin ser todavía miembro numerario. A posteriori, en diciembre de 1939 leyó
Pemán su discurso de admisión y tomó posesión del sillón "i".113 bg Pocos
días después, en la sesión de 6 de enero de 1940 pudo tomar posesión cabal de
su cargo de director.114 En
esta su primera etapa se editó la 16.ª edición del Diccionario de la lengua española con
alguna advertencia pertinente en la portada.115 Por
disposición de Franco las Academias republicanas volvieron a denominarse Reales
Academias.
El monarquismo alfonsino (componente del
conglomerado francofascista) al que pertenecía Pemán, iba tomando distancias
del excesivo protagonismo falangista.bh Los
monárquicos parecían hechos de otra pasta. El 13 de julio de 1940, en la última
de una serie de conferencias sobre José Calvo Sotelo, en un acto solemne
celebrado con asistencia de Ramón Serrano Suñerbi 116 en
la Real Academia de Jurisprudencia y
Legislación, Pemán pronunció un intencionado discurso jaleado por
los asistentes monárquicos. Explicó a su manera que el auténtico artífice del
Nuevo Estado español había sido José Calvo Sotelo y que José Antonio Primo de Rivera habría
aportado simplemente los gestos, los símbolos y la retórica. Suscitó una
reacción airada entre los dirigentes del Régimen y la indignación de Miguel Primo de Rivera (cuarto marqués de
Estella), hermano de José Antonio, que dirigió una carta muy injuriosa al
director de la Real Academia Española acusándolo de "desafección al
régimen". Inopinadamente, Pemán le contestó retándole a duelo.bj Los
padrinos serían Camilo Alonso Vega y Ricardo Rada por
Pemán y Manuel Mora-Figueroa y Manuel Halcón (marqués
de Villar de Tajo) por Miguel Primo. Los padrinos no podrían solicitar la
presencia de un sacerdote, dado que todas las iglesias condenaban el duelo con
firmeza. Ante el escándalo que suponía para el Régimen, todo se arregló y no
hubo nada.117 118 Pero
su nombre fue apeado del III Consejo Nacional de FET y de las J.O.N.S.119
Lo que más le dolió fue que José Ibáñez Martín (conde de Marín), a la
sazón Ministro de Educación Nacional, por Orden publicada en el Boletín Oficial
de 24 de julio de 1940 le cesara del cargo de director de la Real Academia,
nombrando en su lugar al andaluz Francisco Rodríguez Marín. Por si fuera
poco, se le prohibió escribir en ABC durante dos años. Pemán sufrió un colapso.
Tras este baldón, comprendió y, de una vez por todas, se prometió subordinar
sus ambiciones políticas a sus ambiciones literarias.
En 1941 recorre Argentina, Chile, Perú etc.
pronunciando conferencias sobre espiritualidad histórica hispanoamericana (una
sola fe en una sola lengua).120 Sus
viajes americanos siempre tuvieron como razón de ser una conferencia o una
embajada política, lo que condicionó el tono de sus intervenciones públicas,
que se pueden resumir en títulos como «Mensaje a la América española≫ (3 de junio de 1941) o en afirmaciones como que él sólo respondía a «mi
Fe, mi Patria y mi Arte». A la muerte de Rodríguez Marín, Pemán es nombrado de
nuevo director de la Real Academia aunque en diciembre de 1947 debe renunciar a
la reelección para que le fuera devuelto en justicia el cargo a Ramón Menéndez Pidal121 (desplazado
por Pemán en 1939 como director legítimo que había sido durante la República) y
que había regresado de su breve exilio.bk
Sede de la Real
Academia Española en la calle Felipe IV, 4, en el barrio madrileño de Los
Jerónimos.
En tal que nuevo director de la Real
Academia, durante algunos años de la posguerra Pemán fue Procurador en Cortes
(BOE nº 54, de 23.02.1945, página 1526) y estuvo obligado a escribir, presidir
y hablar en numerosos actos oficiales de propaganda del Régimen, esta vez con
una oratoria escarmentada de "encaje de bolillos" o "de
orfebrería fina". Fue presidente de la Asamblea Cervantina de la Lengua
Española (1947-1948).122 Volvió
el matrimonio Pemán al subvencionado turismo de Hispanidad en
1948, donde José Mª fue elegido miembro de la Academia Argentina de Letras. Su periplo
en Buenos Aires se inició con un ciclo de
conferencias pronunciadas en el Teatro Cómico. Los periodistas argentinos
admiraron la retórica y el modus operandi pemaniano.
Los títulos de las conferencias:
«Panorama de España y del mundo», «Hacia una nueva cristiandad», «Pensamiento y
poesía de San Juan de la Cruz», «La cuarta salida de Don Quijote» y «La mujer y
la familia en el mundo español». Aprovechó para estrenar allí tres de sus obras
de teatro con la actriz Lola Membrives y Antonio Martelo tituladas
"La Casa", "El Río se entró en Sevilla" y "Toda la
Verdad". En un tercer viaje por Centroamérica fue agasajado por Trujillo y
Perú le concedió la Gran Cruz de la Orden del Sol.
Elegido miembro de la Real Academia de Jurisprudencia en la
década de los 60, no presentó su discurso de ingreso en la corporación dentro
del plazo reglamentario y sus correspondientes prórrogas, por lo que la
Academia declaró vacante su plaza.123 Finalmente
cumplió con este precepto el 16 de enero de 1967, cuando leyó el texto titulado La
idea de justicia en las letras clásicas españolas124
Terminada la II Guerra Mundial con la
derrota de los fascismos, los moralistas ya no predicaron el heroísmo sino la
sabiduría.125 La
antinomia fascista/antifascista fue rápidamente substituida por la antinomia
comunismo/anticomunismo.
Transmutado en "liberal
educado", en sus propias palabras,126 en
esta etapa de su vida Pemán, que comenzaba a iniciarse como el Patriarca de las
Letras,127 no
pudo reprimir por mucho tiempo su innata querencia política. Se comprometió
obsesivamente, en sus actos y en sus escritos, en la sucesión de Franco por una
monarquía restauracionista sustentada en el pretendiente «natural» al trono de
España, exilado en Estoril (Portugal), don Juan de Borbón y
Battenberg128 conde
de Barcelona ( a quien siempre se refería como "El Señor"). Como Procurador en Cortes que era, en junio de
1943 Pemán no se había adherido, al parecer, al grupo de 27 procuradores que
presentó al Jefe del Estado una petición formal conocida como el Manifiesto
de los Veintisiete en favor de una rápida restauración monárquica.
Hizo la finta de dimitir de la presidencia de la Academia con lo que perdía
momentáneamente su calidad de procurador.bl
Si bien algunos monárquicos se exiliaron
(Pedro Sainz Rodríguez, Vegas Latapie, Quintanar
y otros) Pemán, Juan Ignacio Luca de Tena (marqués de
Luca de Tena), Alfredo Escobar Ramírez (marqués de Valdeiglesias) y otros
formaron una corriente monárquica contemporizadora. Consistía en estar a bien
con el Movimiento y con Estoril hasta que el general Franco declinase. En
cierta medida sacrificaban el aspecto suntuario, fiestero o de camarillas de la
monarquía cortesana, que tanto había sugestionado a Pemán en su época de
gentilhombre de cámara con ejercicio. Proponían ahora otra cosa: una monarquía
sobria cuyos titulares mostrasen una "popular españolidad" en punto a
protocolo, énfasis, pompa o séquitos.129 Les
gustaba aquel régimen católico, sin partidos y sin revolucionarios, pero todo
aquello tenía que estar regido por el rey don Juan III,
a lo que Franco se oponía sistemáticamente.
Presidió el Consejo Privado del Conde de
Barcelona (formado por cortesanos virtuales) entre 1960 y 1964. Se consultaban,
emitían comunicados y manifiestos y todos los años se reunían a almorzar en
Villa Giralda. Pemán fue desactivado de sus funciones, según justificó su
compañero el opusdeista Rafael Calvo Serer de forma poco clara.bm
Siguió militando a título honorífico
manteniendo además una buena relación con el régimen de Franco.
Seguiría dedicando sus esfuerzos a la
causa monárquica procurando, mediante un prudente colaboracionismo130 con
el fascismo residual franquista, el acercamiento a modelos políticos
occidentales.
La causa juanista fracasó en julio de
1969 al ser instaurado por Franco el príncipe Juan Carlos como futuro rey. ABC
titulaba con parquedad «Aceptación del príncipe. Juan Carlos prestó los
juramentos que exigen nuestras Leyes». Pero los titulares de la otra prensa se
mostraban exultantes
El Consejo privado y el Secretariado
político fueron disueltos. Para Pemán aquello no fue más que una mutación:
A los dos días de fallecer Franco, las
Cortes procedieron a la solemne entronización de Juan Carlos I,
ante una corona, un cetro y el mismo crucifijo de marfil. Pemán, a sus 78 años
estaba presente en el acto, alegre.
Los años pasaban y quien tanto gustó del
lustre de la nobleza y la grandeza de España no obtenía título nobiliario ni
pontificio, ni de Franco ni de la dinastía,131 a
los que sirvió con lealtad.
La queja fue oída. Dos meses antes de su
muerte plugó al rey Juan Carlos I concederle el collar de
la Orden del Toisón de Oro, en cierto modo
equivalente a un título nobiliario, si bien no transmisible. El acto de
imposición se celebró en el palacio de la Zarzuela, con asistencia de la
familia real y familiares del escritor. Un muy quebrantado Pemán, fotografiado
sostenido por Juan Carlos y su augusto padre,132 declaró
recibir el premio sin mucha emoción («A mi edad, es difícil emocionarse»),
aunque con agradecimiento al Rey y al conde de Barcelona.bn El
rey preguntó a su familia: "¿Ha quedado contento con el Toisón o hubiera
preferido algún título?".133
Fiel defensor del Derecho Natural,
siguió justificando lo que él llamaba "justicia pura": "España
es un país enamorado de la justicia pura, y por eso es poco respetuoso con la
justicia positiva y leguleya".134
El anciano venerable, con un libro en la
mano, cortés, alto y de pelo blanco; todo un mito cuya elegante figura quedó
plasmada en el imaginario colectivo popular tal como lo estilizó en 1982 el
retratista gaditano Hernán Cortés Moreno para la Casa Pemán.
Existe otro retrato de Pemán en hábito de Montesa, realizado por el pintor
vallisoletano Francisco Prieto Santos, depositado en la Real Academia
Provincial de Bellas Artes de Cádiz.[cita requerida]
Pemán se especializó en periodismo de
gabinete: "el artículo de fondo". Convertido en cronista político del
tardofranquismo, instalado definitivamente en la importante tercera página
sepia de ABC, devino en amable creador de opinión y en
orientador de espíritus turbados por la posguerra, a través de una importante
masa de artículos periodísticos135 didácticos,
simpáticos, bien construidos, salpicados de anécdotas pretendidamente
crípticas, en los que hablaba poco de su pasado y donde raramente se arrepintió
de algún error. En ocasiones los artículos de Pemán parecían surrealistas,
tanto por la elección del tema como por su desarrollo sintáctico al vaciar de
su genuino contenido los vocablos para esterilizar la potencia subversiva de lo
que quería decir.
En sus relaciones con el extranjero
aplicó sabiamente la máxima «Conviene ser políglota para saber callar en siete
idiomas».136 Cada
año que pasaba Pemán esperaba desdeñoso la llamada de Estocolmo, que nunca llegó.
En muchas ciudades y pueblos de España
hay calles con su nombre. Tiene una calle con el nombre matizado por una placa
anexa explicativa de "Escritor José Mª Pemán" en la ciudad de Sevilla,
nominada por el Ayuntamiento democrático en 1995 «por ayudar a restaurar la
Monarquía en España».
Monumento a José María
Pemán. Cádiz
La Universidad de Sevilla lo nombró en 1974
doctor honoris causa de la Facultad de Filosofía en Cádiz.137 Pemán
amaba el simbolismo y el ceremonial de la tradición. El Rector procedió a la
toma de juramento haciéndole entrega de un bonete laureado, un libro de la
ciencia, un anillo (usado antiguamente para sellar documentos), una medalla
(símbolo del corazón) y unos guantes blancos (símbolo de la pureza) y
terminando con el simbólico abrazo.
Desde 1952 presidió el Consejo de la
Real y Benemérita Institución de los Caballeros Hospitalarios de
San Juan Bautista de Cádiz.138
Sus últimos años los pasó muy
quebrantado por una enfermedad neurodegenerativa que limitó grandemente su
actividad. Pemán nunca dejó manda ni escrito alguno (a pesar de lo mucho que
escribió sobre su religión privada) que lo adscribiera al Opus Dei en
sus últimos años, como parecen postular con afán algunos de sus asociados.bo A
veces usaba en sus autógrafos el membrete de Montesa.139
Murió cristianamente en su casa de Cádiz
con un crucifijo entre las manos.[cita requerida] Sus
últimos gestos fueron para pedir que se leyera su poema «Al Cristo de la buena
muerte».
Enterrado inicialmente junto a su esposa
en el cementerio de Cádiz, en la actualidad sus restos reposan en la cripta de
la Catedral de Cádiz, junto a los de Manuel de Falla,
en una tumba reservada para él desde muchos años antes.140 141 En
su último domicilio Casa Pemán vendido por la familia,142 143 hay
una Fundación que alberga el legado de Pemán, que incluye más de
16.000 volúmenes de los siglos XVII al XX, así como manuscritos, revistas y
correspondencia del escritor gaditano. Acoge además otras exposiciones
organizadas por la entidad Cajasol junto con la Diputación Provincial de Cádiz.144 Para
honrar su memoria la Fundación Unicaja de Málaga instituyó el
Premio anual Pemán de artículos periodísticos (actualmente denominado
simplemente Premio Unicaja de Periodismo).
En el parque Genovés de Cádiz hay un teatro al aire libre (actualmente derruido) con el nombre de «Teatro de Verano José María Pemán». En el mismo lugar existe un monumento mandado erigir por suscripción popular con un busto de Pemán realizado por Juan de Ávalos (1967).145 Nombrado Hijo Adoptivo de Jerez de la Frontera, tenía un busto erigido en el Paseo de la Rosaleda del parque González Hontoria. Trece años después el busto de Pemán ha desaparecido del parque. El monumento se desmontó y el busto fue colocado, con alguna controversia, en el teatro Villamarta. En 2015 fue retirado. En 2017 el colegio «José María Pemán» de Jerez de la Frontera pasó a llamarse colegio «Gloria Fuertes». 146
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