La seguridad social nos daría tranquilidad y felicidad. No te creas, ni el poder ni la posesión acarrean felicidad. Cómo construir en la vida cosas estables y apasionadas. El tiempo pasa y nosotros pasamos por la vida finita.
Yo amo y me inclino hacia unas cosas: pasear, leer libros. tomar notas, escuchar a los demás hablar, comprar el periódico y gestionar mi trabajo social. Limpiar, cocinar, dormir y hacerle el amor a ella. Ducharme, afeitarme, vestirme, arreglarme el peinado y dar lustre a mis zapatos. Y tener dinero en el banco, todos los gastos pagados, y sin deudas.
Pero todo mi peso específico es mi amor a los demás. Todo se ideó para que año tras año yo amara más y más en el tiempo que me resta. Que mi corazón se sonrojara de mucho amor a la Humanidad y a la Naturaleza.
Y un nombre que me sabe bien en la boca: Jesús hijo de Dios, modelo a imitar hasta la bofetada y desaire de una sociedad descristianizada, pagana y laicista en el dolor. El amor al sufrimiento y a los que sufren es el camino de perfección, hacia el esfuerzo para subir otro peldaño más y garantizar lo que es el bien. Pero siempre es Dios mi felicidad personal y mi interrelación con los demás según Él.
Salir de la inmundicia
es ayudar a la gente
a ser mejores
unos Segundos Mejores Tú y Yo
con un sentido filosófico de la vida.
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