1. ¡Bienaventurados los mansos porque ello morirán de hambre!
2. Al ser crucificado, Jesús dijo al buen ladrón:
-Tú serás conmigo en el Paraíso "hoy mismo".
Y los católicos aseguran que Jesús fue crucificado, muerto y sepultado, que resucitó "al tercero día" y descendió a los infiernos.
Si es verdad lo primero y si es verdad lo segundo, no cabe duda que Jesucristo tuvo que faltar a la cita dada para el mismo día en el Paraíso al buen ladrón.
Esto fue una falta de formalidad por parte del hijo de Dios, y sin duda los ladrones, buenos o malos, no se fiarán más de él.
Y harán bien.
3. -¿Enamorada? Es pecado, pecado... Has de saber, hija mía, que lo que Dios más estima en la mujer es la virginidad. ¿Querrás negar a Dios ese homenaje? María santísima no conoció varón...
-¡Sí, pero al menos, Dios le mandó el Espíritu Santo!
4. Un conjurado a quien se había preso por intentar dar muerte al cardenal Julio de Médicis, que después fue el papa llamado Clemente VII, de execrable memoria, pidió un confesor. Y se cuenta que por ver si se le sacaban confesiones graves se le envió un espía disfrazado de fraile. Pero esta ficción no era necesaria: fue un fraile auténtico, que ejerció de espía.
(continuará)
October 19, 2015
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