REGRESO A LOS MOCHALES MADRILES II

Tú la de los pastos de Robledo perdiste la humanidad en tu rostro, David Jones escrito al revés es el Señor Diablo, esa mujer con cuerpo de botella que andaba de un lado a otro de la calle como la pescadera de Asterix, del Santo Oficio de Hacienda nos libre el gobierno moderado y liberal, vaya tela en la oficina de empleo con tanta multitud, la morería no es sino multitud de la hambruna, el trabajar no apetece pero habrá que hacerlo porque te cortan el cuello, la de palos que me han dado en la cabeza con el ruido de los vehículos al regreso de la ciudad, yo siempre subo las escaleras de puntillas como los ángeles, hay un calle de Madrid donde esta mi notaria reina que es Carbonero y Sol n1, yo no sabía que la Vuelta al Cole costase tanto dinero, una flauta del metro me tijereteó mi melodía de las estrellas, lo que más me duele es un no de un funcionario de turno del Leganitos/ el encabronamiento del contribuyente para las arcas del Estado, el sol del Retiro cambiará de escamas como una serpiente verdelera, cuando las semanas estaban desperdigadas por los montes qué honor merecen, podría apostarse sobre la fachada de la Mallorquina a contemplar amorosamente a la gente que pasa y piensa navideñamente en lotería de la Manolita, y los mediohombres y locos que se ven salir del MetroVodafone.

El sol sobre las tres en Sol nos dijo que nos iban a dar de comer en la Casa Regional de Castilla la Mancha en la calle paz n4, a la tarde maldito espejo de Café Colón donde me miré tan mal, donde desapareció mi áurea bendita y gloriosa de las vacaciones en Sao Martinho, Madrid acoge de bote en bote a todo el mundo, quieres saber a qué huele el Diablo pues vete a los bajos de Azca/ pisa en el suelo los cristales de la discoteca Rococo,/ y la orina que había bajo el edificio Serantes y la caca usual en la puerta de las escaleras del Inem, en la Torre Picasso los tiraban por las ventanas como las poscrisis del 11S, ella como mujer le gustaría ser el capitán Alatriste de los pasillos de las empresas, ¡y quítense de la vista de la Castellana los calvos con gafas y lo barrigudos sin camisas!

Ya nadie lleva las manos en los bolsillos por la Ribera del Manzanares, suena el desliz del viento y los pájaros en el preotoño en la Casa de Campo, que nadie venga con una mala sangre ni sombra al Café Río mientras suenan las zapatillas de todos corriendo por Madrid, las mujeres son compreseras sobre ti/como vacas lecheras/acéptalas, esa chica con el pie llevaba el reloj del vagón, qué pecado a la altura de la Castellana no saber cuál es la calle Serrano, ese inglés del metro llevaba el polo blanco con dos rayas negras en el cuello de matiz normando, tu adolescente mamoncillo huele a leche de tetilla, a los inmigrantes no les gusta que digan no son refugiados esto es una invasión,/ me llamó la chica que había como quince cajas que recoger dijo el inmigrante, para no caer en la depresión la gente cotillea y se mete con los otros eso pasa en singles, seremos muchos en otra onda porque nunca veo el cuerpo del mismo por la calle, a los jóvenes los sacan 50 pavos, se cree ese que está de pie en el metro que te puede direccionar sus pies/pasos y disparar, tú ya estuviste aquí y la esencia de tus pensamientos volarán por doquier de la Tierra/mantente y sigue así clama por la ética/en tanto estás y te saben en esa sabiduría poderosa impresa en todos los vivos humanos tendrán que retroceder en las burlas y afrentas pudieran ocurrírseles  pensamientos reductores que son de la Malicia.