Con los judíos como con los macabeos aprendí que hay que dar de muerte al enemigo a martillazos, cuando no se tenía para disfrutar más que al dios del vino y de la vendimia, se debe orar antes de luchar, puedes rezar en la capilla del Seminario San Dámaso para hacerte de los inmortales, resucitan los que mueren piadosamente y hagamos un trofeo-monumento cuando hayamos derrotado a todos en la Plaza de las Vistillas:Madrid.
Pongo en manos de vosotros el resultado de los esfuerzos, los padres comieron uvas verdes-y los hijos padecen dentera, de los malos sale malicia, ahora vamos a señalar las semejanzas de Israel con Madrid y el alumno Y, 22 tabletas de cientos de nombres de hombres, el Job madrileño que no sabemos dónde está, la anomia-y el tedio del mundo recorre el Manzanares, y muchos despachados desde el Viaducto al dolor y el suicidio.
En la eternidad permanece la justicia del Dios Vengador y Reparador de Amor, te digo una palabra-yo te ofrezco mi instrucción paleobarcelonés, noticias falsas llegan de todas partes que no tienen nada que ver con lo que va a suceder aquí, queremos vivir tres días más que el de al lado pero las relaciones con las mujeres acortan esos días, las mujeres para los niños/ los hombres para Dios, la tabernera de la Morería te ha impregnado del caldo mortífero de Persia, pero ella en la Maternidad de la Paz te ha dado una pulsera para que no te suceda nada-pues la diste un vaso de agua en Navidad, y la fuente de la vida como de la lotería está en Sol.
Son las fábulas de la majestad del león,/ la astucia de la zorra,/ la maldad del lobo...
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