DIRECTIVO DE CONTEMPLATIVOS SEMISINGLES

Es un triunfo el que me hayas conseguido. Y una envidia para ellos el que yo a ti.

Me encuentro en los tres lados: el lado de la soledad que tiene dos tardes teresianas, el lado de amante que me deja del todo satisfecho y el lado del matrimonio que ya no lo quiero por tóxico.

La soledad no es ni pena ni tristeza de santa Teresa. Al divorciarme no fue una desgracia sino que me tocó la lotería empezando una espléndida vida sexual. La convivencia con alguien es poco creativa, aburrida y de poca inventiva.

Ella era mi mini luego mi metroesposa. Yo era macro pero ella me quiso hacer micro. Y hay que tener cuidado. Ésta es la miriasituación actual.

Yo solamente conozco tres posturas de empotrar contra la cama. No me pidas más. Con la menopausia ellas se vuelven agresivas, se desbordan, enloquecen y pierden los tornillos de la cabeza. Ándate con cuidado de ellas.

Las mujeres las quiero muy locas en la cama. Por eso tiento a las toras bravas en SinglesMadrid antes de caer en una relación que me aleje de la percepción íntima con mi Dios porque yo realmente tengo sueño en la cama. Si ella ataca a mordisquitos yo reaccionaré. El whisky y los alimentos afrodisíacos como la canela también ayudan mucho.

Nada de esperar un príncipe azul. Ni de hacer castillos en el aire. Ellas lo primero deben de querer follar. Amante, novio, y esposo pueden llegar. Ellas si no pierden psicológicamente ni económicamente nada con audacia se tiran de cabeza. Todo lo que quieren hacer ellos es chingar y ser libres. Por eso ellas deben poner algún orden.

Siempre digo que en la cama no quiero filosofías. Sobran las palabras en el lecho. Hay un lenguaje de los cuerpos que se manifiesta en las distancias cortas. Desde el primer momento en que ella te echa el ojo, de abajo a arriba. Y te toca en la conversación.

Lo mejor que puede hacer un hombre es no dejar de trabajar y concentrarse en su trabajo. Ganar dinero y ahorrar para la jubilación. Parece que ya no hay manera de acomodar un matrimonio con nadie te dices desde el Teleférico de la Casa de Campo. Solo puede darse un leve acompañamiento. Debemos ser valientes y esperar la buena muerte piensas mirando a la Catedral.

Hay tres tiendas en Madrid para los regalos turísticos: un sombrero, unas sandalias y un colgante-cinturón de diseño en la calle Imperial y Toledo cerca de la Plaza Mayor y en la Plaza de la Villa.

A todas mis novias las he llevado a mi oculista estilista Fernando de Multiópticas en la calle General Perón. Quiero saber si me ven bien. Que no están ciegas para adentrarse en la relación. Allá ellas si acaban equivocándose. Y yo ya he tenido cuatro relaciones amorosas en mi vida pero sé que no llegaré a seis.

Me he comprado un látigo de caballerizas cerca del Rastro para ponerlo en la habitación de ella. El matrimonio siempre tiene algo que latigar. Porque mientras no meta la pierna otra persona somos como esposos, y a eso se puede llegar. Pasada la mediana edad ya no vas a tener criaturas ni a formar familia. A qué te vas a dedicar.

Yo nunca he visto un problema en que una mujer tuviera un hijo. Que hay de malo en un niño. He hecho de san José.

Cada vez hago más fotos con mi móvil. Veo muchos momentos bellos, los capto e invito a ellas a hacerlas una foto con su móvil. Esto les encanta porque realmente salen bien.

He llegado a la percepción de que hay que andar por la calle como si en todo momento te fueran a hacer una entrevista- Tienes sentimientos de la gente a tu favor y en contra. Aprovecha y pasa. Estás para pescar gente de buenos sentimientos hacia ti. Porque se da. Porque la naturaleza está matizada, tiene varios matices y encontrarás a los de tu matiz. Y a la mujer matizadora que te dé el tono del hombre.

Me gusta el rostro y los pechos y el culo de una mujer. Que se guste a sí misma y atraiga a todos. Eso es la juventud.

Todos tenemos una estrella. Todos la hemos tenido. Y la estrella nunca te abandona.

Ahora que lo he probado me gustan más las morenas que las rubias. Las madrileñas gatas que las extranjeras. Me gusta hasta la moda pocera.

Antes de tocar la guitarra tienes que templarla. Ahora las mujeres no se dejan templar. Cuando te ven con la lanza clavada de lleno en el pecho y de rodillas entonces te dicen que sí, empecemos la relación.


(continuará)