July 08, 2015

CRÍTICA AL PROGRAMA DE GOTHA

El Estado es un Gran Señor, pero confuso.

Democrático quiere decir en alemán (volksherrschaft lich) gobernado por el pueblo. Pero el pueblo se divide en las urnas (y ya se diferencia entre los que trabajan y los que no), y aún así, esta parte pasional y emocional (según Platón), como bien dice Marx...¡ni está en el poder ni se halla madura para gobernar!¿Qué es eso del Estado libre?¿Quién es el Estado?, ¿el democrático?¿Qué tanto por ciento -%- de poder efectivo tienen los banqueros de este país? El Estado libre no lo desea nadie, en el fondo así resulta. De hecho, el Estado es un señor independiente, con sus propios fundamentos espirituales, morales, y liberales. Ni los consejos de Saint-Simon, Fourier, Blanck..., pudieron convencerle para que cambiara su actitud, en beneficio de una "igualdad natural" de todos sus súbditos. Pero, ¿Quién lo ordena? Dirigentes y dirigidos..., unos mandan y otros obedecen. Resulta que los fines de toda sociedad superindustrializada, son demasiado complejos, transitorios y dependientes del azar más que de la voluntad política..., pero esto no es del todo verdad porque hay en medio una "estructura del poder", que yo no sé quién la ha predestinado "a joder a los demás" en nuestra ignorancia estática. El "Estado" desvinculado de puntos de vista tradicionales, resulta ser una ficción; la letanía democrática -ya vieja y consabida- con sufragio universal (cada uno comulga afirmando el poder establecido)(sea cual sea), legislación directa (¿se cumple justamente?), derecho popular (de pensamiento, de expresión..., pero no de acción), milicia del pueblo (de toda la vida). El problema sigue sin solución: ¿Qué es el Estado?¿Algo metafísico impuesto por el destino, o el resultado empírico de la voluntad de la "inmensa mayoría"?¿Podemos explicarlo de una manera racional? No, pues por eso rige un mundo ordenado racionalmente y mansificado? "Progresistas" son hoy todos los conformistas, con una buena situación económica (y elevado desarrollo espiritual (?)). Los revolucionarios -los pocos que hay, como siempre- no pueden prosperar en este país si el Ejército se mantiene fiel a las instituciones.

Volvamos al pasado, aquel Estado elevado a la categoría de un dios, convertido en una fuerza destructiva (debido a sus muchos derechos sobre otros que poseía) y su enfrentamiento con Schelling (el derecho inalienable del ser humano a ser libre consigo mismo) y Karl Marx (acérrimo enemigo de la burguesía acaudalada -que debía su florecimiento a haberse apoyado en las masas para ascender en la política, tras ·supinar" la economía y disfrazarse "de liberal a conservadora"). Por otra parte, las humanitarias teorías de Rousseau habíanse trastocado en "crueles inhumanas" con el surgimiento del mismo racionalismo. Ya remontándonos en Bismarck, el Estado se constituye en un armazón burocrático, de blindaje policíaco, guarnecido de formas parlamentarias, revuelto con ingredientes feudales y en constante aburguesamiento: La educación dependía directamente del factor clase, y del factor dinero (hoy sucede lo mismo). El socialismo borreguil, poco objetivo, sentimental, utópico..., culminó en el año 1872 en París, con "mares de sangre" en la represión contra la Comuna que llevó a cabo la reacción conservadora al mando de Thiers. Desde Londres, el Marx idealista ya les había dejado por escrito el resumen hegeliano de su método: TESIS (la existencia de clases), ANTITESIS (la lucha de clases o dictadura del proletariado) y SINTESIS (sociedad sin clases o abolición de todas las clases). Pero aún así se les olvidó aniquilar la máquina burocrático-militar (cosa rara "se dará" en 1917). Y en todo este "cacao" el Partido Obrero Alemán exige como base económica del Estado: un impuesto único y progresivo sobre la renta.

¿Qué es el comunismo hoy? Los de izquierdas tienen una falta de fe en el futuro, que conforma al trabajador y al empresario; tecnócratas y extremistas apoyan o fluctúan alrededor del "econocentrismo"; las masas (sofisticadas) ya no saben lo que quieren..., todo gira y gira "como una pelota". El comunismo se justifica al atacar al propietario de una finca, cuyos deberes "ha delegado" a otros hombres, que trabajan, según convenio, por un salario "justo". El comunismo siendo en su esencia, cambio social, ha dejado a un lado el desestabilizar el sistema al sumergirse en él; haría más estando fuera, al margen de lo que no sea acción social.





Jorge Santos Miró
1º Políticas Aula 13 (nocturno)
Universidad Complutense en la Facultad pegada a la Moncloa
1981

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