Sorprende la simplicidad del estadio del Real Madrid como de un grano de mostaza se puede hacer tanto.
Ronaldo y Bale como juegan de blanco han hecho una cama del campo del honor porque no nos engañemos los jugadores juegan en pijama de marca y la afición va a una fiesta.
Los madrileños del Atlético de Madrid son muy bravos. Han intentado ganar a toda costa pero Diego Costa parece que ha estado con la novia unas horas antes y le ha salido mal.
Esta gente no está para ver catedrales sino para ser transportada en autobuses y que le cercenen sus calles como a los holandeses les ponen canales y Robben lleva una pelota de apio en la cabeza y soberanismo del Real Madrid sobre el Allianz Arena y del jugador blanco que como Korbalán está destinado al Dios y pobre Bayern del grito de Munch.
De hijo de colchonera y de merengue sale un madrileño del rayo.
No hay mes de mayo sin los frescos de Goya de San Antonio de la Florida y cuando nos atenaze esta ciudad pensemos en El Aquelarre y sus Caprichos y en la Tauromaquia de un mes que culmina en este año con el Atlético de Madrid y el Real Madrid en Lisboa y que no pretendan en La Almudena hacer nada contra nuestros terrenos los culés.
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