Le pediremos a Bishamon que proteja nuestros trabajos, que ganemos más de mil euros con ellos y que trabajemos en tiempo aceptable, y le pediremos a las consultorías que nos hacen los contratos, las nóminas y las cartas que no se burlen de nosotros en este campo de concentración del mercado laboral.
Es cierto que había gente en misa y que no estaba trabajando pero... cómo es posible que en un país así no podamos elegir a nuestros jefes en el lugar de trabajo.
En un mercado de bienes y servicios.
Democracia en el lugar de trabajo, que sustituiría a las institución capitalista del trabajo.
Control democrático de la inversión con debate en las empresas, que sustituiría a los mercados financieros capitalistas.
Los beneficios de la empresa también se reparten entre los trabajadores, no reciben un salario pactado, sino una parte de los beneficios. Los ingresos vinculados directamente a la productividad y al rendimiento diligente y eficiente del trabajador, a esta masa trabajadora.
Por eso mismo no es igual trabajar de mañana o de tarde, en turnos fijos o variables, en días laborables o festivos.
No habría oportunidad para la especulación financiera.
El dinero es la energía de la sociedad y el poder financiero la gestiona.
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