August 18, 2012

EL TEMA DE HABLAR DE LA GENTE DE LOS PUEBLOS IBÉRICOS

El tema de hablar de los portugueses son los caramelos, de los brasileños son los pechos, de los cubanos los culos y de los catalanes las bolsas de dinero.

El tema de hablar de los gallegos es la lluvia, de los andaluces el aceite, de los murcianos los melocotones y de los castellanos la vaca y el cordero.

En algún país no tienen tema de hablar porque por no tener no tienen ni Dios.

El espagnol y el españois que oigo de los veraneantes vecinos no me sienta tan mal porque los portugueses reconocen el mérito y la tropelía y los franceses frustrados tratan de sacar tajada del melón ibérico.

La jota tiene más de centrípeta que la equis por eso Javier portugalizado da Xavier y malo es empezar un nombre de alguien con una cruz bizantina que lo para antes de echar a andar pero como ahora se ponen nombres de pequinés parece que no pasa nada y solo faltaría que se comiesen la erre final.

En el límite del lenguaje del español está la expresión del pinguelete portugués y del miquelete catalán y en el interior del pueblo castellano está el farina que se espolvorea en harina.

Pessoa es mi poeta perfecto de las musas de mis paseos solitarios con las gentes y por los pueblos de Iberia.

Los vientos del Atlántico dejan en calma a los portugueses lo que a los irlandeses con la tierra que les brilla de lluvia y de verde les produce un retorcimiento y una hermosura de rebeldía.

Donde se ha visto que se pueda sacar a alguien del pueblo de Alfeiçerâo y tirar al arroyo sin haber pasado por el cementerio que a todos se nos ha dispuesto como último remanso en paz.

Cuando nos ponían muchas pegas los del Perú y nos protestaban los de Alemania eramos un país grande que hablaba por los codos y en alto del uno al otro confín de la esfera armilar.

Mientras los portugueses dicen olá porque no tienen más que mar nosotros decimos olé porque les damos la tierra y los catalanes dicen pasubé por estar contentos con lo que tienen.

Qué pesados son estos nacionalistas que hablan de nosotros como los mosquitos y que un cazamariposas de sus excentricidades los pone en su sitio desde el centro de la Península Ibérica que tiene nombre de hijo adalid de la madre casta y joven España.

Son los nacionalistas los que nos ofrecen las playas desiertas a los de Madrid y veremos qué hacemos si no son como la de la Candelaria que hacen milagros en tan corto espacio.

IBERIA
Portugués,
enteco y fibroso,
orondo y mantecoso,
margullador como catalán,
y una hazada de castellano

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