Es otro intento de legitimar
con aparente ciencia sus intereses y deslegitimizar los intereses de los demás
diciendo que no están basadas en ciencia. “Lo que yo digo es la verdad y lo que
tú dices es una tontería”. “Lo que tú dices es populismo y lo que yo digo es
serio”. “Lo que tú dices no está probado y lo que yo digo es ciencia”. Pero hay
que hacer que calen esas calificaciones, y en vez de discutir sobre el
argumento, si queremos anteponer el derecho al comercio a los derechos humanos,
que es lo que habría que debatir, se desvían diciendo que la posición del resto
no es científica. Entonces ya no hablamos de esto y entramos en una guerra de
calificaciones, y esta guerra solo sirve para desviarnos del debate, porque
todo el mundo está de acuerdo en que LOS DERECHOS HUMANOS son más importantes
que un incremento del comercio.
¿Qué es más importante? ¿El
capital o LA PERSONA? Las constituciones dicen que el capital es un medio y las
personas son un fin en sí mismo, por su dignidad, y otorgar mayores derechos al
capital que a las personas es una violación estructural de la dignidad y los
derechos humanos y tendría que ser ilegal, pero como se oculta bajo el título
de liberalismo, ¿quién se opone a la libertad? Si preguntaras a las personas
qué es más importante, si la libre circulación de personas o la libre
circulación de capital, creo que el 90 % decidiría que es más importante la
libre circulación de personas.
En cuanto a la teoría sobre el comercio,
sí, pero al menos en el espacio germanohablante había debates estratégicos en
los medios principales en los que economistas se pronunciaban a favor de la
teoría de Ricardo, como si el estado de las cosas de su época fuera el mismo de
ahora. Volvieron al inicio del debate para legitimar esa hegemonía liberal, que
es siempre una lucha retórica para legitimar el actual sistema, no ciencia.
Creo que con la protesta no
es suficiente. Mi conclusión particular es que hace falta otra ciencia, por un
lado, pero lo más importante es OTRA FORMA DE DEMOCRACIA. Sin que tengamos
otras herramientas democráticas no vamos a poder cambiar las pautas del
comercio internacional. Por eso proponemos unas asambleas democráticas, donde
se debatan las diez o veinte preguntas clave para el comercio internacional y
que de estos procesos cuajen las constituciones, esto sería un nuevo mandato
para la política internacional.
No comments:
Post a Comment