May 12, 2015

PARA AMAR MUCHO POR MADRID II

PRIMERA ESTACIÓN

Dos ángeles de la inmobiliaria me dieron el mejor apartamento de la comunidad.

Hay muchas personas nihilistas en Madrid. De la misma manera que nunca me ha gustado ver y oír a alguien que lleva las llaves en la mano, que se entretiene jugando y haciéndolas sonar, te diré que se me han clavado muchas espinitas del desamor.

La espinita de la maldad y crueldad de mi pasada esposa Maite, la espinita de la incapacidad sentimental y afectiva de mi padre Anselmo, la espinita de la depresión y tristeza de mi nueva pareja Carmencita, la espinita de la náusea de los políticos... para qué seguir con toda una coronita de espinitas.

Como se es
se ama.

Yo he amado mis paseares, la naturaleza de los árboles y los pájaros, la mirada encantadora de las mujeres, he amado mucho...

No sé si empecé a no soportar este mundo cuando mi mirada solo focalizó su atención en los mensajes del móvil, en esa imagen digital y vacía de mis conocidos, y cuando empecé a no soportarme a mí mismo. La gente del mundo digital es siniestra.

Cuando las mujeres ya no querían llegar a las tablas con los hombres, sino a la guerra final hasta la aniquilación y la extenuación.

Escribíamos palabras en los móviles como tiros, clavábamos miradas de odio por la calle y en el metro.

A mí me gustaba bajar de mi casa, e ir desde Alcobendas hasta la estación de Príncipe Pío a ver la cantidad de tontos con que se llenaba el vagón, pero preocupado en protegerme de tanta maldad y locura, no podía apenas concretar mi amor en nadie.

Me dedicaba a observar a la persona como un insecto que con aspavientos no se mantenía tranquila y con paz en el asiento, dispuesta a la agresión por su desesperanza y desconsuelo, cuanto más educado fuera yo más paladas les daba para quitármelos de encima.

Algunas estaban cansadas y echas polvo por los trabajos precarios intentando dormir en esos miniasientos del metro.


SEGUNDA ESTACIÓN

Se trata de ser buenas personas y de no tener la boca llena de maledicencias. Todos los sitios tienen un ave siniestra que vuela sobre ellos. Un socorrista de los pantanos y yo éramos lo más decente que había en el vagón al anochecer.


TERCERA ESTACIÓN

Cuando la luz del amanecer daba en el alto de los edificios de Azca, veía lo absurdo que era meter a la gente en los rascacielos, subiendo encajonados en los ascensores y en esas mínimas mesas de metro cuadrado caro donde no cabía ni el teclado.

Con la paciencia china me dediqué a recoger cincuenta veces la pelotita que tiraba al suelo por toda la casa para fortalecer los abdominales, el día de Fátima traería grandes cosas al cielo de Madrid, me iría a la biblioteca/ tendría el móvil desconectado, otras cincuenta veces recogiendo la pelotita santita, el propagandista con porte enhiesto repartía publicidad en la puerta del metro, el Diablo sabía que estaba tirando a dar a sus demonios, todo esto no se podía hacer sin la inteligencia auxiliar de una buena e inteligente mujer a tu lado,/ Maite y Carmencita lo eran como también eran mujeres que se podían revolver contra ti, otras ciento cincuenta veces recogiendo de la pelotita,/ podría amar a todos los adolescentes como el dublinés David escuchando en un cuarto oscuro Wish you were here de Pink Floid,/ podría amar a Gerry visitando el convento de monjas al lado de la cervecería Guinness de la carretera de Firhouse

Las palabras de las mujeres, más livianas que las hojas caídas, el aire y el agua se las llevan por donde les parece, sin que se hayan cumplido (Ovidio).

Lo bien oculto que se esconde bajo la ropa ligera
ha de agradarme
(Ovidio)

Quedamos esclavos de las mujeres,
las mujeres nos ponen leyes
cuál es la disparatada para romperlas,
después de caricias y besos dulces,
después de tanta paz
alta y hermosa efigie
de ojos chispeantes

Ovidio obsesionado porque intimemos con las mujeres/ déjalas estar,/ ahora son ellas las que se abalanzan y nos cercan,/ no tenemos más que huir/ dejarlas en su locura y sinrazón/ en su enrebesado y odioso estar/ junto a su nuevo Adán.

Oh Dios porque no te encontré
entonces tuve a ella que hacerla diosa.
Oh dios qué dolor y perdición.

No puedo sentarme en mi lugar favorito pensando en las cosas malas que voy a conseguir, que la naturaleza del aire no acompaña mis días, que mi silueta no deleita mi vida, que en lo decadente no hay nada más en qué ilusionarse, POR QUÉ...

Si me arrastrase con las olas ellos los asaetadores quedarían detrás/ ahogándose

Identifiqué a los Vampiros del Tiempo y a los Vampiros Psíquicos/ ahora tengo todo el tiempo y todo yo/ las olas de lo que quiero conseguir y de lo que quiero evitar,/ la guerra civil destruye a los divorciados, volver con los griegos para cultivar el cuerpo y la mente, tenemos a un ganador pero hay veces en que es mejor que ganen los otros, es mejor no estar en el mismo barco que los demás, comunicarse es más que hablar, quiero ser un solucionador de problemas construyendo así mi imagen, los dioses deconstruyeron la realidad que me habían otorgado con el nuevo milenio, ahora veremos los méritos de mi personaje como piedra de tropiezo para otra realidad, la de los singles y la del barrio El Carmen-La Elipa esa me es festiva y negativa al unísono

sin tener ningún brote fui arrojado como chivo expiatorio de la calle Cádiz,/ después de educar y dar seguridad a una mamá separada y su hijo de cinco años/ después de tener un hijo con ella contando ocho años,/ después de quince años de convivencia,/ dime Dios qué quieres de mí tengo más de cincuenta y dos años/ oh Dios por qué no aguantaba más a mi suegra que vivía en el portal de al lado ni a la una que eran dos.

Caminaré integrado en mis pasos que todavía alzan el semblante, la mente es un molinillo de aguas, se me puso la piel de serpiente de tanto sexo,/ de tanto desnudo y coño en otoño,/ mi padre como una sombra siempre volando sobre mi cabeza, mira San Isidro que yo siempre me pongo tu gorra de chulapo en tu festividad,/ que con ella saldremos en tu noche a colgar a los rojos y ateos,

ella me dijo
te atraparé y te encerraré
correré y me escaparé
la dije yo

la calibré a la lesbiana Cruz
en que me llevó a su lugar
y me dejó tirado no sé dónde
resulta más barato odiar
que regalar

No sé si quiero estar solo,
si quiero casarme,
si solo tener una amante,
nada más impune que un poeta malo,
si se me escurren los sesos por la cara,
cómo haré las cosas con porte noble,
mi ángel es el de las fotos Ángel Chamorro.

Ya te extiendo el brazo
sácame toda la sangre
los ríos de sangre
de las calles de los Madriles.


CUARTA ESTACIÓN DEL EVANGELIO

Aprended de mí, que soy manso y humilde (Jesús).

Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El que ama no hace mal al prójimo; así que la plenitud de la ley es el amor.

El amor es paciente, es servicial; el amor no tiene envidia, no es presumido ni orgulloso; no es grosero ni egoísta, no se irrita, no toma en cuenta el mal; el amor no se alegra de la injusticia; se alegra de la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera.

No mancha al hombre lo que entra por la boca, sino lo que sale de la boca; eso es lo que mancha al hombre...Pero lo que sale de la boca procede del corazón, y eso es lo que mancha al hombre. Porque del corazón provienen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, blasfemias.

Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el principal y primer mandamiento. El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. En estos dos mandamientos se resume toda la ley y los profetas.

Perseverad en el amor fraterno. No olvidéis la hospitalidad, ya que, gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles.

Lo repito: alegraos.

Vivid alegres; buscad la perfección, animaos unos a otros, vivid en armonía y en paz, y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros.

Sed humildes, amables y pacientes. Soportaos unos a otros con amor.
Sed bondadosos y compasivos; perdonaos unos a otros.

Desterrad la amargura, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios.

No digáis palabras groseras; que vuestro lenguaje sea bueno, edificante y oportuno, para que hagáis bien a los que os escuchan.

Por esto, desterrad la mentira, y que cada uno diga la verdad a su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros. Si os indignáis, no lleguéis a pecar, y que vuestra indignación cese antes de que se ponga el sol; no deis ninguna oportunidad al diablo.


QUINTA ESTACIÓN DE LA LOCURA Y DEL DOLOR

La reivindicación del derecho a la homosexualidad es nihilista,/ cuántos contrafuertes de psicólogos tendremos que hacer en esas familias, se destruirá más que se creará,

Por qué no te callaste la puta boca en la discusión con tu hombre, queda justificada la agresión, pero él por qué no te mandó a paseo, porque teníais una casa en común reflejo de lo que ahora te sale del coño y de lo que te da la gana, menos mal que estáis en la calle veraniega y no metidos dentro de un coche, pero ésta vuestra otra noche dejadme dormir


No comments:

Post a Comment