JUAN DE GRIJALVA (1547)

Navegante y descubridor español.

De origen hidalgo, acompañó a su tío Pánfilo Narváez y a Francisco Hernández de Córdoba cuando se embarcaron a las Indias en dirección a Santo Domingo en 1508.

En 1511 intervino, junto a Diego Velázquez de Cuéllar en la conquista de Cuba y en los años posteriores se dedicó a explorar la parte occidental de la isla con Bartolomé de Las Casas y Narváez e intervino en la fundación de la villa de Trinidad en 1514.

En 1518 Velázquez de Cuéllar le encargó proseguir la exploración del golfo de México iniciada por Hernández de Córdoba.
Con este propósito se echó al mar el 6 de mayo al mando de una flota integrada por cuatro buques y compuesta por más de 200 hombres entre los que se encontraba el piloto Antón de Alaminos, Díaz del Castillo, Alvarado y Montejo.
Descubrió la isla de Cozumel a la que bautizó como Santa Cruz y recorrió la costa del Yucatán hasta la bahía de la Ascensión atravesando la isla de las Mujeres y doblando el cabo de Catoche.
En la desembocadura de los ríos Usamacinta y Tabasco fue bien recibido por los indígenas mayas.
Posteriormente recibió a los mensajeros de Moctezuma que le ofrecieron valiosos regalos en el río de Banderas.
El 19 de junio desembarcó en las playas de Ulúa donde en la actualidad se enclava Veracurz, para tomar posesión de aquellas tierras aunque ante la escasez de riquezas, la aridez de las tierras y la agresividad de los indios, decidió regresar a Cuba sin establecer ninguna colonia siguiendo los consejos de Alaminos pero contra el parecer de Alvarado.
El 21 de septiembre emprendió el camino de regreso, desembarcó en Matanzas, e inmediatamente después fue destituido por Velázquez.

En su lugar se nombró a Hernán Cortés, quien se sirvió de las noticias que había recopilado Grijalva en su viaje para iniciar la conquista de México.

En 1523 se le impidió intervenir en la empresa mexicana cuando intentaba dirigir una escuadra dentro de la expedición de Francisco de Garay al Pánuco.

Tras un período en La Española se estableció en América Central donde estuvo al servicio de Pedrarias Dávila.

Pereció a manos de los indios cuando dirigía una expedición a las minas de oro de Gracias a Dios situadas en Olancho en la actual Nicaragua.

Las Casas lo describió como un hombre con numerosas cualidades, de talante humano y de escasas ambiciones materiales.