June 01, 2013
LAS LEYES DE PLATÓN
Para Platón, a diferencia de Aristóteles, las ideas no tienen actuación, no actúan, son inoperantes, no tienen fuerza genética o generadora.
Es un problema de lealtades: no se puede hacer política con la inteligencia.
El error platónico es el querer darle forma a la esencia, el dar existencia a la idea. Para Aristóteles el concepto general no existe, existe el particularizado (caballo gris irrepetible de Pedro).
En Platón no hay política, hay moralidad: en la jerarquía de ideas la suprema es la idea del Sumo Bien, el Estado. Para Aristóteles en el diseño del bien puede que dé un resultado diferente, habrá que ver si es objetivo o no, mientras que Platón fundamenta el acto moral en el diseño de la acción en el intelecto del hombre y poniéndolo como fin. Aristóteles casa la política con la moralidad. De la acción no se deduce el bien o el mal, la acción es simplemente política.
Para Kant el individuo más libre es el que obra de tal manera que su acción se constituya en una ley universal. El binomio de los dos discípulos de Sócrates afirma de todas maneras que todo está regulado en la sociedad griega por las leyes. En los griegos (y pensando como aquellos griegos eran) el saber técnico-práctico era lucrativo pero el saber por el saber no era retributivo. El político fabrica una ley que es necesaria. Disponían del ocio para la política, el ocio lo proporcionaban los esclavos (contable, administrador). Dedicarse o no del todo a la política es tener o no tener ocio.
El realismo empezó en Grecia.
Así como la ley física se verifica, la ley legalidad se tiene que justificar y la ley legítima "según y cómo". ¿Legal o legítimo? La ley para ser ley debe cumplir ciertas condiciones (legal) con razón a un fin por lo que se verifica para que la legalidad esté justificada. Dos cosas:
a) ¿para qué "enuncio" yo una ley?
b) La ley "apunta" a la totalidad de la realidad social, a cada campo.
No puede existir una ley no pública, y el hecho de su publicidad la hace ley. Para Kant el fundamento de la ley no es el espacio público sino el espacio intencional. La intención de la conciencia es la voluntad que es voluntad; la ley tiene que tener las condiciones de justificación antes de que se produzca y está en el mismo hecho de la conciencia de intenciones de la voluntad que es no voluntad. De ahí se deduce la obligatoriedad en el cumplimiento de la ley. Según Freud la conciencia se configura a través de las relaciones entre el instinto y lo social, se forma de esa relación tuya y del mundo, es algo como la forma de conciencia reprimida por la sociedad que le pone barrera. En Kant no existe la noción de represión y con la Ilustración la instrucción pública puede progresar. Freud habla "de lo que es" y Kant "de lo que debe ser", donde la razón común hace progresar al sujeto y sus relaciones y hará progresar a la sociedad.
El hombre es utilitarista y no puede dejar de justificar lo que hace. La ley -campo de normas de convivencia- no se puede separar de "la moralidad" (necesita justificarse).
El objeto primario de la justicia es el bien común, que haya "orden" en la estructura básica de la sociedad. Para Aristóteles lo importante es la templanza, la "prudencia"; para Platón es la justicia. Para Hobbes no hay pacto al principio, genético; luego hay pacto que se desarrolla (está en lo moderno, pero parte de un comportamiento anterior: el Hombre comunitario de la Edad Media).
Según Aristóteles ("zoom politicon") unos influyen con otros y con su actividad se tiende a "la unidad". Cuando no hay pacto realista por razón, sino por "razón política" en los intereses se vuelve a la etapa de Maquiavelo. El pacto natural es la fuerza de un individuo. Se busca un pacto social, un pacto institucional que se considere "poder indiviso". Vale más vivir tranquilo (la tranquilidad de "la paz social"), lo mejor es que yo delegue mi libertad instintual y me la devuelvan en forma de paz. Ese paso de la HORDA a la SOCIEDAD, ese paso da paso a la ley. Ese PACTO es DERECHO.
Yo hice el pacto porque quería seguir viviendo, y los Estados significan ESTADOS DE EQUILIBRIO.
La ley está en su efectividad y la ley está en su Espíritu de la ley (lo justo). Lo que no se puede decir de la ley natural según Rawls. La ley es un producto hipotético que se va formando constantemente y no tiene el carácter de universalidad de las leyes naturales. Si la ley no es predicable en todos los casos posibles entonces se corrige. Según Rousseau la ley se fundamenta en la voluntad general (aspectos sociológicos, antropológicos...). No obstante el individuo se piensa como libre.
La decepción de Platón en su última visita a Sicilia en el año 360 donde quería experimentar sus teorías del Estado ideal, no obstante, nunca destruyó su fe en lo que podría lograrse si un hombre joven, con talento, valiente y con el don del autocontrol, pudiera conseguir poderes dictatoriales y ser lo bastante afortunado como para tener a su alcance un legislador del tipo adecuado. Un tirano dócil y un consejero sabio siguen constituyendo su receta para un estado feliz y bien ordenado.
En las Leyes, Platón formula principios de acción, un modelo de constitución real y un código legal de guía que se ocupa de todo desde la subversión y la traición hasta discusiones amables sobre el alcantarillado, el atractivo de las abejas o el robo de fruta.
Las leyes deberían tender a la reconciliación y la paz, no a la guerra, y estimular toda la virtud (no solo una parte de ella: el valor). El valor se pone de relieve no solo enfrentándose a los peligros y resistiendo el dolor sino también resistiendo los deseos y los placeres.
Es mediante el juego, el canto y la danza como puede educarse a los niños para que acepten lo que la ley aprueba.
La concordia interna es más importante que la competencia profesional, y no debe confiarse el gobierno a ningún hombre que carezca de ella.
Como la sabiduría natural, genuina, verdadera y libre no se da en la realidad, Platón escoge lo segundo, la ordenación y la ley, aunque solo incluso se preste atención a las generalidades, no a todos y cada uno de los casos.
Las Leyes tienen por objetivo único la virtud, es necesario empezar por decir que el legislador establece sus leyes por causa de la virtud. No se trata de establecer leyes, sino de educar a los ciudadanos.
Incluso las leyes tienen un prefacio o proemios explicativos para conseguir la colaboración previa; mezclan la persuasión con la coacción. Así una ley que imponga una multa anual por la soltería después de los treinta y cinco años debe ir precedida de una exhortación, y se hace referencia a los principios que proporcionan la base racional de dicho decreto.
Y el legislador no debe buscar el favor del vulgo o el placer de las personas, ni tampoco el castigo que sería el reflejo del fracaso de una ciudad griega.
Jorge Santos Miró
341183 TEORIA E HIST. SIST. SOCIALES
Expdte: 34-94-00072
Facultad de Filosofía, UNED
Año 1994
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