Siempre el demonio confundiendo y mintiendo en mis proposiciones y en lo que hablo.
Pero yo hablo bien, claro y fino, como buen nacido madrileño.
Si no sé ni lo que pienso, ni lo que escribo, ni lo que digo, quién está en mí.
Si no me hago dueño de todo esto, para quién son y quién es el dueño.
Como cae la noche y como caen las sombras, como acampan las tinieblas de los demonios sobre Madrid, como el resplandor de Dios desciende sobre nosotros, como la gracia del Espíritu Santo entra en nuestras mentes y nos libera, así el mundo está hecho para ser traspasado por nubarrones de confusión y neblinas de claridad.
Seguimos con las estructuras de pecado y con gente queriéndonos hacer caer, Dios no soporta más nuestros pecados y nuestros títulos adquiridos a base de falsedad y hipocresía, Dios hará justicia sí, en la Castellana y en nuestros puestos fraudulentos.
Debes de ser prudente con los humanos aunque tengas a Dios de tu parte, no puedes hacerles feos porque lo pagarás caro y no puedes llamar imbécil a nadie porque es imborrable, calla y no hieras y no les aumentes la carga, y reza por ellos y que sea el Cefalópodo Dios quien los mueva y los desplace.
No está mi cuerpo para que lo soliviantes ni para que lo mancilles sino para volar con los santos, para gozar con las copas de los árboles y las cúpulas de las iglesias, no está mi cuerpo para temblar de enfermedad sino para andar por las sendas de las aceras madrileñas, grises y sucias que hay que limpiar, y de sus gentes que hay que levantar a la justicia como Dios quiere que sea el Cielo Madrileño.
July 22, 2011
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