Yo creo en el hombre, el hombre que el Señor le hace comprender el sufrimiento de los demás y sabe apagarlo, nadie se ha merecido su sufrimiento, aunque entienda el pecado y no pueda evitarlo, nadie merece un bastonazo si su amor es mayor que el daño que no hubiera cometido si supiera el mal que hacía y se hacía.
Hay gente que disfruta haciendo sufrir bien por malicia bien por envidia no superada al compararse con el hermano.
La justicia divina sería que el sufrimiento causado se pagase con el sufrimiento personal sobrevenido de manera fortuita para equilibrar la balanza.
Pero si todo fuera sufrimiento en la Tierra no habría manera de alegrarse, ni el mucho amor redimiría y superaría al sufrimiento, ni estaríamos tranquilos sabiendo que el sufrimiento es la antesala de la muerte y no podríamos construir nuestro mundo fenomenal porque el sufrimiento se multiplicaría infinitamente más que el amor a no ser que Jesús ande tras ello.
Nadie muere inocente e injustamente sin ir a parar a los brazos del Señor, tanto sufrimiento que ya no se puede soportar ni remediar sin alcanzar alivio y consuelo cuando el cuerpo mal alimentado no puede más Dios lo recoge en su seno pero debemos rezar por esa persona para que se alivie la presión del demonio y no se muera y alcance la justicia en la Tierra.
¡Reza por todos y haz obras salvadoras!¡Quién eres tú para juzgar y condenar!
July 21, 2011
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