Los madrileños follan como conejos, sometidos a la vorágine de vivir todos y tantos juntos, esa mujer cansada que hace nada era una chica joven, ábrete Sésamo venga ábrete rapidito, porque la abeja besó a la miel porque quería una luna de miel y el árbol creció torcido porque quería tumbarse en el sofá.
Muchas niñas me mataron a mí con sus miradas, yo el unido a los dioses del Olimpo, si supiera veinte minutos antes que me iba a morir, yo no me he encontrado por Madrid con el tipo criminal de Niceforo, a cuántos podemos salvar hoy en la gran ciudad, la capa de damas de Aguirre que llevan las funcionarias de la Seguridad Social, al que no es casto le caen las arañas blancas en la parada del Bernabéu y sólo los anglosaxones del niquelado ganan al Real Madrid.
Yo he perdido mi estabilidad aquí como muchos cardenales han perdido la fe, cómo le vas a enseñar a tu niño la corrupción del poder de los antiPapas, apíadate porque la gente no puede hacer más para salir del mal y donde permanecen y toman asiento tu casa y tu trabajo los hados son buenos.
Todo el sistema se basa en que no eres una hormiga pisoteada y en que creas en ti mismo, pero se comporta igual que el hormiguero de coches, el clima es bueno pero por lo que transcurre por debajo la gente está enferma, tú llevas al colegio Brains a dos sexuañeras y el día que me dijeron las mujeres eslavas que no tenía ningún valor la fiesta del sexo.
A la policía no le queda más que localizar basura, adiós perrito tonto y largo te dice la niña, quisiera sentirme con el poder de concentración de la Toscana, le dijiste a esa señora emperifollada tienes que hacerte viciosa que la cerveza es buena y alegra el corazón, qué buenas sois que pensáis que al conejo se le inflan los cojones y necesita aliviarse, no hay nada que hacer con este mundo lleno de mujeres, ni titubees ni te menees a derecha y a izquierda en los pasillos y las calles, él era mi mejor amigo pero yo no era su amigo y él era Luis el arrebatador, yo nunca más llevaré el pantalón vaquero, dónde está el protector Ni-o de la fe frente a los Titanes de esta época y no quisiera casarme con una cuadriculada funcionaria de Hacienda.
Si la Guardia Civil nos enseñase a caminar y a dar los pasos, menudo pueblo de mamarrachos junto a las iglesias, sabes circular con esperanza entre las aglomeraciones de la gente, tu padre octogenario es el menos inútil del Universo, las migraciones bárbaras destrozaron todas las civilizaciones y hurgaron con las uñas todas las ciudades, muchos malos tragos he pasado yendo a los ministerios, toreando a las furgonetas y coches blancos, a la malevolente nix noctiluca se la puede propiciar uno con regalos de labriego, los de la brillantina de los años 50 se dedican ahora a reponer fruta en los supermercados y quiero encontrar por la calle al relajado rostro de Jesús.
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