Cuando la luz se va desvaneciendo,
y la hoz de la luna
ya se desliza verde y envidiosa
entre rojos purpúreos,
-enemiga del día,
y sigilosamente a cada paso
las guirnaldas de rosas
siega, hasta que se hunden
pálidas en la noche:
así caí yo mismo alguna vez
desde mi desvarío de verdad,
desde mis añoranzas de día,
cansado del día, enfermo de luz,
-caí hacia abajo, hacia la noche, hacia las sombras,
abrasado y sediento
de una verdad.
-¿recuerdas aún, recuerdas tú, ardiente corazón,
qué sediento estuviste?-
¡sea yo desterrado
de toda verdad!
¡Solo loco!¡Solo poeta! ...
FRIEDRICH NIETZSCHE
January 29, 2019
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