Toda bondad, justicia y verdad son frutos de la luz, busca lo que agrada al Señor, sin tomar parte en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien poniéndolas en evidencia, pues hasta da vergüenza mencionar las cosas que ellos hacen. "Mientras estoy en el mundo soy la luz del mundo". ¡Creo, Señor, que tú eres la luz del mundo y que todo lo haces bien, incluso cuando permites el dolor, la enfermedad, el sufrimiento en mi vida!
Esta semana nos hará bien a todos nosotros mirar el crucifijo, besar las llagas de Jesús, besarlas en el crucifijo. Él cargó sobre sí todo el sufrimiento humano, se revistió con este sufrimiento.
(papa Francisco)
(continuará)
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