Dedicar más tiempo al trabajo
no significa ser más productivo ni ser mejor empleado. En esto, como en todo,
cantidad no es necesariamente calidad.
Navegar por Internet, asistir
a interminables y poco productivas reuniones, planificar mal los horarios, no
delegar o no atreverse a poner sobre la mesa sugerencias valiosas son algunas
de las razones que llevan a un empleado a ser menos productivo y sentirse menos
realizado.
Al contrario, disfrutar de
tiempo libre, estar satisfecho con el trabajo hecho y prosperar en una empresa
puede ser más fácil si se usa la inteligencia. Éstos son los rasgos que definen
a un trabajador inteligente:
CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN A LOS
CAMBIOS
En el mundo laboral actual esta capacidad es
"realmente importante".
RESILIENCIA
La capacidad de sobreponerse a
una crisis o dificultad está muy bien valorada por las empresas, explica
Sicart, quien destaca que es muy diferente trabajar bien sin adversidades que
hacerlo cuando se tiene que hacer frente a imprevistos o grandes obstáculos.
Las empresas piden a los candidatos que sepan adaptarse a los cambios.
HUMILDAD
Poder trabajar con gente más inteligente que
uno mismo y querer hacerlo denota realmente inteligencia, aporta el portavoz de
Adecco, Jaime Alcubilla Abad, quien asegura que no se debe tener miedo a que
alguien sea mejor que tú, porque eso ayuda al buen fin de los objetivos que se
tengan además de ayudar al propio desarrollo profesional.
LA CAPACIDAD DE DELEGAR
Hay que diferenciar entre
delegar y pasar marrones, añade Sicart. Un buen trabajador delega una tarea y
se responsabiliza de la supervisión de la misma, explica el experto de Hays.
PRODUCTIVIDAD
La inteligencia, para ser
práctica, necesita ir acompañada de proactividad. Por eso, un trabajador que
realmente sepa sacar todo el partido posible a su paso por una empresa será
aquel que sea capaz de ir por delante del resto del mercado, incluso por delante
de sus propios compañeros.
VALENTÍA
La proactividad sin valentía
no sirve de nada. Si se da con buenas nuevas ideas o se plantean avances que
permitan aumentar la rentabilidad de la empresa o mejorar la productividad del
tiempo dedicado a la misma, se han de llevar a cabo.
CAPACIDAD PARA GESTIONAR EL
TIEMPO
Para Adecco, un trabajador inteligente es una
persona ordenada. Esto no significa cuadriculada, pero sí que es alguien que
gestiona muy bien su agenda personal, sus tareas del día y de la semana y así
evita en medida de lo posible dejarse llevar por los acontecimientos
inesperados que van sucediendo.
PRUDENCIA
Para dejar menos cosas sueltas
a los acontecimientos futuros. Saber anticiparse y hacer estrategias de juego
correctas y razonadas.
"Se nota mucho cuando un
trabajador es inteligente o no lo es". Cuando hace del trabajo como un
juego y es un buen jugador en que no pierda el colectivo tampoco sino que ganen
todos aunque reste puestos de trabajo con ello o los multiplique y abarque más
campos de actividad.
Lo realmente complicado es
diferenciar este rasgo en una entrevista, pues como los expertos explican, la
inteligencia es la suma de varias habilidades y de su correcta gestión.
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P.D: Siempre y cuando le paguen bien. El doctor Emilio dice que el trabajo es un Negocio.
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P.D: Siempre y cuando le paguen bien. El doctor Emilio dice que el trabajo es un Negocio.
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