Mi abuelo de Barcelona se gastaba toda su jubilación en las tómbolas del Barrio Chino.
Cuando nos íbamos en Navidades para Madrid nos decía "abrid el armario y llevaros lo que queráis". Siempre cogíamos tres o cuatro regalos.
También mi padre tenía un armario lleno de regalos, de cosas que le regalaban y él no quería, fiel a su voto de pobreza que ni perfume usaba y lleno de atenciones de los demás, con una plenitud de relaciones y el pensad hijos "todo para los de fuera y nada para los de dentro".
Ahora venido de vacaciones se me despierta esta buena y vieja costumbre. He preparado mi armario. Ya lo he llenado de cuatro cosas valiosas. Tardaré en llenarlo poco a poco.
LO QUE SALIÓ Y A QUIEN SE LO REGALÉ:
30.8.15 Juego de soldados romanos a mi hijo Javier (9 años)
2.9.15 Un polo y un pantalón a mi vecino Jesús.
(continuará)
Son muchas cosas ya. No llevo la cuenta.
(24/xi/16)
August 26, 2015
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